Capítulo 22: Pasaron la noche juntos

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Estoy cansada.

Estoy cansada de ver como la tal Tsukiyomi se ve muy cercana a Sesshomaru. Estoy cansada de ver sus coqueteos infinitos y que al parecer Sesshomaru la está mirando como algo más que una amiga frente a mis ojos. Estoy cansada de saber que él no me va a esperar. Estoy jodidamente cansada.

Maldigo bajo tomando una cerveza y dándole un trago rápido. Quiero tener sexo, pero al parecer mi cuerpo solo quiere pertenecerle a un solo hombre. ¿En qué momento pasó? Ah sí, desde que la maldición Taisho llegó a mi vida.

Sonrío. Tengo que ser bipolar.

Miro la invitación a la boda de Kagome Higurashi e Inuyasha Taisho. Vaya, estoy feliz de que esos dos se dieran cuenta cuando se amaban, se respiraba el amor por todos lados. Además, Kagome es una persona realmente agradable y por eso espero que todo marche bien con ella. Inuyasha parecía querer darle el cielo a ella en todo. Extrañaré candalizarla con algún comentario sexual que la haga sonrojar. En parte su lado tímido respeto al sexo me recuerda a Ayumi, creo que es una de las razones por la cual adoro a esa chica. De verdad que le tomé mucha confianza y cariño.

Doy otro trago a mi cerveza. ¡De verdad que estoy furiosa! Hace dos meses que esa chica apareció en nuestras vidas. Dos jodidos meses en donde de manera muy consciente se ha involucrado en la relación de Sesshomaru y yo, tanto que terminamos alejándonos el uno del otro. Pero hoy terminó por rebasar el vaso.

Sabía que Sesshomaru estaría hasta muy tarde en su oficina, me pareció buena idea ir luego del programa, pero no esperé ver la escena y que doliera tanto. Tsukiyomi besaba a Sesshomaru. Estoy cansada de estos sentimientos que tengo por él. Cansada de todo, pero en realidad lo que me tiene cansada es... No tenerlo.

Estoy cansada de verlo lejos de mí, de que sus miradas no sean solo para mí, de que sus caricias al parecer le pertenezcan a alguien más. Estoy tan, pero tan agotada de todo eso.

No sé cuántas botellas llevo, pero siento como comienza a afectar mi cerebro de manera dramática. Ya siento que mis pensamientos no son muy coordinados y mi vista es un poco borrosa.

—Esto es trista, tristo—digo sin saber qué demonios quiero decir en realidad—¡triste!—mi celular suena en algún momento y lo busco. Está justo a mi lado.

Miro la pantalla y el nombre de ese hombre enloquecedor aparece. ¿No que estaba follando con la extranjerita de cuarta esa?

Descuelgo furiosa con él, conmigo, con todos en realidad. Y luego vuelvo a sonreír. Quien diría que yo iba a sentir tantos celos por otra persona. Los celos nos vuelven algo inexplicables. Como si toda la maldad saliera a la luz.

—Rin—al parecer ya no soy preciosa, ¿eh Sesshomaru?

—¿Qué?—pregunto tratando de que mis palabras no se traben, espero y no lo hagan.

—¿Dónde estás?—me río mirando al techo, pero me mareo y bajo la cabeza.

—No lo sé, tú dime—muy cuerdo Rin, eres un asco con algunas botellas encima.

—¿Estás borracha?—ruedo los ojos.

—No te... Impoya—le grito—espera, no te importa, eso es—él suspira—adiós, idiota—cuelgo y el timbre suena.

Camino un poco raro y me encuentro con Hiten. Entonces ya no recuerdo más porque mis recuerdos luego de eso no son para nada nítidos.

***

Maldición.

Me duele mucho la cabeza.

Gimo de dolor sintiendo el frío colarse por mi cuerpo. Cierro los ojos para abrirlos lentamente, me duele mucho.

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