Verdad o Reto (En Proceso+Editándose)

Parte 2

Draco abrió la puerta del baño de chicas. Estaba convencido de que Hermi se había escondido allí. La situación no parecía incómodarle ni lo más mínimo. Dio dos pasos, entendió que Hermione se había encerrado en una de las cabinas y optó por pedirle salir de su escondite (ya sabéis, con palabras, a través de la boca) en vez de ponerse a abrir puertas.

—Hermione, no doy tanto miedo como para huir corriendo.

—¡Vete al infierno, Malfoy!—replicó la cabina del medio con la voz de Hermione—¿Cómo...cómo se te ocurre?

—Tranquilizate, Hermione, sólo quiero hablar. Sal.

—¿De qué? ¿De como me humillaste delante de todo el curso?—dijo abriendo la puerta de un golpe y enfrentándose a Draco. Su cara era muy pálida y contrastaba con su castaña melena. Tenía los ojos un poco enrojecidos, la nariz un poco hinchada. Parecía...¿quebrada? ¿rota? Draco se quedó sin voz al verla así y tardó en responder.

—¿Qué? No. En ningún momento. No te humillé.—apretó los labios y admitió—A ver, no voy a negar que técnicamente pretendía hacerlo, pero al final... Quiero hablar de nuestros sentimientos, Hermione.

—¿Qué sentimientos, Malfoy? ¡Lo único que siento son ganas de matarte!

—¿Ah sí? Pues hace unos minutos has demostrado lo contrario. ¿Cómo es posible que la Hermione Granger que conozco haya respondido al beso de Draco Malfoy? Puedo explicar lo que siento yo, ya hubo señales... Pero tú, ¿llevas todos estos años fingiendo que me odias?

Le miró incrédula. Draco dedució que por una vez se había equivocado. La expresión de Hermione cambió de repente, sus ojos parecían echar rayos.

—¿Fingir? ¡Llevas siete años siendo mi peor pesadilla! ¡Eres la razón por la que casi me voy de Hogwarts! Eres un idiota, eres cruel, eres... ¡En segundo pasaba noches llorando! ¡Y en tercero también! Cada vez que me insultabas, cada vez...—su voz se quebró y bajó la cabeza y los hombros. Empezó a temblar, Draco pensó en si era por las emociones que había sufrido o por el frío que hacía en el lavabo pero se aproximó y la rodeó con sus brazos. En los labios del joven apareció una suave sonrisa: había algo correcto en como el cuerpo de Hermione se encontraba en sus brazos, como si él estuviera hecho para abrazarla.

—Lo siento.—susurró inclinándose—Siento haberte dicho todas aquellas cosas. En realidad estaba celoso. Tú, la mejor chica que conozco, estás siempre con el idiota de Weasel y con Potter, el niño que rechazó mi amistad. No sabía... no sabía cómo expresarme. Lo siento, de veras que lo siento. Perdóname, Hermione, por favor.

Ella parecía haberse recuperado. Levantó la cabeza, le apartó con suavidad pero con firmeza y dijo.

—Da igual. Es agua pasada. Lo dejé estar y seguí con mi vida. No volverás a hacerme daño, Draco Malfoy.

Le apartó con una mano y lentamente se marchó a la torre de Griffindor.

En la cabeza de Draco empezó a idearse un plan.