Desolación

Gris

Se ha escondido el sol, por fin. La verdad es que no lo extrañamos. Algunas historias cuentan que antes los hombres y mujeres lloraban, que algo llamado invierno era bastante bueno para sentirse triste.

¿Qué habrá sido lo triste? No lo sabemos con exactitud. Entendemos que era la ausencia de algo, la falta de un ser que se quería y que de un monento a otro desaparecía. ¿Por qué estar triste por ello? Los que ahora tenemos la obligación de existir nos vemos liberados con el "dejar de ser". Curiosamente, no podemos despojarnos de lo que somos por propia voluntad. Esa, y muchas otras cosas, nos han sido negadas.

Hubo un tiempo, cuentan los rastros de historias, que había el tiempo y los recursos suficientes para sentirse triste. Tiempos extraños de los que no tenemos noción siquiera, tan solo un dato aquí, otro allá, ninguno exacto.

Puede que lo "triste" se parezca a las montañas de desperdicios, aunque yo las veo majestuosas, imponentes, casi infnitas. Creo que son el mejor obsequio o legado. A veces, en nuestro deambular, las escalamos mientras observamos los rastros del pasado que guardan. Hallamos de todo un poco, menos las tristeza de la que hablan algunos.

¿Qué les pasó a nuestros antepasados? ¿Qué ocurrió? Parece que olvidaron transmitir el conocimiento de generación en generación. A veces, no siempre y que quede claro, nos reunimos alrededor de alguna fogata espontánea y contamos lo que sabemod, lo que vimos, lo que heredamos.

Bueno, amado "punto en el infinito", debo irme ya. Espero sigas siendo feliz en medio de tu confusa existencia.