Desolación

El otro lugar

"Lo que queda", así le llamamos al lugar donde vivimos. No nos pidas explicarte mucho, querido "punto en el infinito". Solo somos y habitamos eso: "lo que queda".

El "más allá" le llamas. Lo imaginas como contrario a ti. Sí, lo es. Tan lejos de tu simple complejidad. No puedo contarte mucho de lo que pasó aquí, no tenemos memoria y la información, aunque abundante, no la entendemos. Sólo tenemos una infinita cantidad de historias de todo tipo, lugar y estilo que se contradicen unas a otras y al mismo tiempo pueden ser coherentes. ¿Qué pasó? Repito, no tengo la posibilidad de contártelo porque simplemente no hay manera de explicarlo.

¿Cómo vivimos? No lo puedo detallar con exactitud. Hay que comer lo que se encuentre, moverse lo más rápido que se pueda, dormir poco, morir rápido. La posibilidad de procreación es ya imposible. En algún momento dejamos de reproducirnos y, cuando se ha intentado, solo ocasiona rápidas muertes. Nos escondemos donde podemos porque simplemente nos extinguimos más rápido de lo que pudo ser en otros tiempos.

Vivimos, morimos, repetimos. Contamos las mismas historias de siempre para no olvidar como lo que hemos hecho. Nos escondemos detrás de las innumerables historias que los ordenadores, legado de algo que se llama pasado, nos mantiene unidos por cortos lapsos de tiempo.

"Punto en el infinito", a ti te escribo. Sin la posibilidad que comprendas esto.

Preguntaste qué es lo que sentías, tampoco puedo decírtelo. Solo sé que tengo necesidad también de escucharte. Creo que se llama "sentir", no estoy seguro. Sé que empiezas a existir cuando leo sobre ti y pasa algo similar conmigo cuando te leo. Simbiosis le llamaban los antiguos, eso que aprendieron las ratas y las cucarachas en su evolución y ahora control de "Lo que queda".

"Lo que queda", creo que otros lo habrían llamado hogar. El último anciano nos contaba que así le decían al lugar donde los humanos se reproducían. No sentimos pena de su muerte, por el contrario, entendemos hoy que al terminar esta vida se accede a otro lugar, tal vez eterno.

Así es, querido "punto en el infinito", creemos que la muerte libera y que es un don, el cual debe esperarse venir y no adelantarse. Aquí, en lo que tú consideras como "el más allá" creemos que existe "el otro lugar" que quizá esté más allá de las piedras flotantes que antes formaron algo llamado Luna. Allí van los humanos y descansan, no recuerdan ni tienen que sufrir para comer o vivir.

¿Mundo? Sí, creo que así se llamó alguna vez.