Capitulo 1

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Narra Kokoro:

Beep beep beep

Me levanté de la cama emocionada mientra me pongo mis espejuelos negros. Apago la alarma y me dirijo al baño con la ropa deportiva preparada en mi escritorio. Me miro en el espejo, viendo mi tez blanca contrastar con mi ropa, mis ojos verdes atra vez de mis lentes y mi cabello largo castaño, toda una chica que apenas llega al espejo. Trato de esconder la cicatriz que tiene mi hombro izquierdo y la espalda, ocasionado de una pesadilla que tuve que vivir. Pongo mi pollina completamente hacia abajo, tapandome el ojo izquierdo y gran parte de mi afrente, ocultando otra cicatriz. Una vez que salgo, me hago un moño alto, para rápidamente bajar las escaleras y salir afuera. Son las 5:17am, ya era una rutina levantarme a estas hora, solo para correr un poco. Comenzé a correr suave por los lugares que apenas recuerdo del lugar y las que pasé en estos días caminando junto a mi hermano menor Makoto. Sentir este aire de campo de Miyagi, me hace sentir mejor que en la ciudad de Tokyo. Apenas salía en Tokyo, asi que podemos decir que el campo tiene un aire totalmente nostálgico. Miré a mi lado derecho viendome a mi misma en el reflejo que creaba unos cristales. Mi piel blanca brillando por el sudor, mi cabello castaño claro danzando con el viento, mis ojos verdes atenta a los detalles y ver mi pequeño cuerpo en movimiento casi como en 'slow motion'. Cuando miré adelante la hora en un reloj que vi fugazmente cerca de un establecimiento y volví a mi hogar con algo deprisa, pues era las 5:39am. Cuando llegué a mi hogar, escuché una puerta cerrarse, pensando que ya alguien se levantó, fui a mi habitación a bañarme rapidamente y ponerme el uniforme de la preparatoria Karasuno. Comenzé peinarme y hacerme un moño alto, para luego rapidamente bajar corriendo a la cocina. No ví a nadie allí, así que me puse mi delantal y comenzé hacer el desayuno y los bentos para el almuerzo de mi familia e amigos. Terminé por cocinar: 3 omeletts, 3 tazones de arroz y varias tostadas con un poco de mermelada de fresa. Claro, sin olvidar dos vasos de jugo de uva y una taza de café con leche. Para cuando termino de poner la mesa y el desayuno hecho en la mesa, me propuse a comenzar los bentos para nuestro almuerzo. Terminé haciendo arroz, rollitos de primavera, nigiris, rollos de huevos y de postre varias uvas. Amarré 5 bentos juntos con una pequeña soga, amarré uno con un pañuelo azul oscuro con rayas verdes y el otro pañuelo rojo con puntos amarrillo y dejandolo allí en la encimera. Me siento en una silla de la mesa de 8 sillas, cuando despúes escucho algunas voces y me doy media vuelta para ver a mi hermano menor y mi madre entrando la cocina.

-¡Buenos días, Mami, Mako!- Dije alegre y emocionada al mismo tiempo.

-Buenos días, Nee-chan, el olor a un buen desayuno llego hasta mi habitación.- Dice mi hermano menor, alto, tez blanca, cabello negro y ojos verdes azulados. Tiene un lunar bajo el ojo derecho, proveniente de la familia de mi madre.

-Buenos días, cielo, no tenías que hacer el desayuno.- Sonríe agradecida y apenada mi madre. Una mujer parecida a una princesa sacada en un libro. Cabello rubio medio, tez pálido, ojos de esmeralda y un lunar en el lado derecho debajo de su ojos, mide 155cm.

-Lo sé, es solo que....- Dije para luego sonreír emocionada.

-¿Emocionada?- Pregunta Makoto, llevándose un pedazo de Omelett a su boca.

-¡Sí!- Grite en plena mañana, con la emoción sobrepasando mi límite. -Oye, aún no damos las gracias por la comida.- Le dije a mi hermano mirándolo mal.

Ríe a lo bajos. -Bueno desayunemos juntos.- Dice mi madre para pedir gracias por la comida y empezar a desayunar, aunque se adelantó el bebé de la familia.

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