Capítulo 4

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Narra Nozomi:

-¡No puedo creer que me pase esto, en mi primer día de clases!- Esa es Aoyama Midori, una de mis mejores amigas. Eran las 6:21pm y hoy finalizaba nuestro primer día de clases. Aunque para alguien aquí, no fue tan grata que digamos. -¿¡Porque a mi solo me pasa esto, Nozomi!?-

-Bueno, todos tenemos nuestros malos presagios ¿no?- Contesté, pensando cuidadosamente la contestación, pues me gustaría que se relaje un poco.

-Aparentemente soy un mal presagio andante.- Luego de decir eso tan deprimida, que juraría que hasta en el fondo cambió para darle más dramatismo. Debo de dejar de leer manga de comedia. -Bueno nos vemos, mi padre está allí.- Nos despedimos de la mano y se montó con el Sr.Aoyama, para finalmente irse y yo seguir mi camino. Fue un día bastante emocionante, para mí claro.

Flashback

Primer día de clases y voy tarde porque la peliroja de al lado se quedo un poco dormida y casi se mata 3 veces dentro de su casa. Creo que le haré caso a mi hermana y la llevaré a un exorcista. Estabamos corriendo un buen rato hasta que ante de que cierren el portón y entramos con éxito. Miramos los tablones y miro hasta encontrar mi nombre y el de Midori en clase 1-5. ¡Si, estamos juntas! Entramos y nos quitamos los zapatos y nos pusimos el que estan en el 'locker', para así halarla hasta el salón. Cuando entramos con calma, noté que no había llegado nuestro profesor o profesora y nos sentamos en el medio de la penúltima fila. Midori se sentó detrás mio, si no me fastidia la vista, prefiero que le fastidie los de atrás que a mi. Aunque eso es lo que Midori me dijo, cuando me pidió cambiar nuestros asientos. Al rato llegó nuestra profesora, se ve muy amable, me pregunto si dará literatura japonés moderno.

{Hora del almuerzo}

-....es así como yo logro prevenir dañar mi celular de cualquier peligro.- Me terminó de contar la peliroja, segura de sí misma. Mientra abrí la puerta de la azotea, que de hecho es bastante grande y se ve algunas personas. -A propósito, ¿a quién buscamos?-

Yo me le quedo mirando, cómo si tratara de averiguar si esta tomandome del pelo o simplemente perdió finalmente los tornillos. -¿A los gemelos Ishimura...?- No pude evitar sonar un poco indignada por su pregunta.

-¡Ah, sí! perdón.- Juraría sentir una gota de sudor caer por mi cien, sinceramente no se que sentir. Cuando la miré noté que ella aún no sabía de quién hablaba. ¡Por amor a Dios, los vimos ayer!

-¿El chico tierno que lee libros y el energético que se parece a mi gemela?- Traté de buscar forma de que recuerde a los gemelos, sí es que lo logro.

Abrió los ojos de cantazo y se acarició el puente de la nariz. Al fin se acordó, aleluyah. De momento escuchamos nuestros nombres siendo llamado y en un banco veo a los gemelos, uno con un libro y el otro con su consola de videojuego. Sonreí y nos encaminamos hasta sentarnos a su lado y sacar los bentos.

-¡Uwaaaah! ¡Nozomi-chan, huele y se ve delicioso!- Gritaba con emoción Katsumi, el mayor de los gemelos, siempre lleno de energía.

-Gracias por la comida, Nozomi-san.- Me dijo Tatsumi, el menor de los gemelos, siempre tan tranquilo y educado.

-No me agradezcan, es lo que puedo hacer por ustedes ¿se establecieron con su abuela, verdad?- Es una pregunta delicada, pues es una situación personal.

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