DOS

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Hawks no soltaba a la mujer de cabello rosado. Estaba ahí, luego de meses sin verla ella volvía a estar frente a él.

- Estoy empezando a sudar, dame espacio. - pidió intentando librarse del rubio.

- ¡No! Cuando te suelto te vas... No quiero que te vayas.

- Prometo quedarme un rato.

Hawks la miró a los ojos, aquellos dos abismos que muchos dirían que le pertenecen a alguien que no tiene un alma, pero el sabía bien que ella tenía un alma -casi- pura.

La soltó de a poco y con sus plumas cerró la ventana, Airi sonrió de manera triste y lo abrazó. Era algo que el rubio definitivamente no esperaba.

- Te extrañe tanto. - Hawks la volvió a rodear con sus brazos y apoyando su barbilla en la cabeza de Airi.

- Aún te amo. - ella levantó la cabeza y se colocó de puntillas para poder besarlo, al principio Hawks se opuso ya que las últimas veces que fue besado caía desmayado y ella escapaba, pero al diablo con eso; necesitaba besarla.

Le sostuvo el rostro mientras la besaba con delicadeza, le aterraba que como en sus sueños ella desapareciera. Pero no, seguía ahí correspondiendo aquel beso que el tanto necesitaba y no lo sabía.

- Quédate. Te extrañamos, Shiori te extraña.

- Estoy acusada de robo, agresión y estoy segura que tengo un nuevo cargo por asesinato. No voy a quedarme con todo eso a cuestas.

- ¿Asesinaste a esas personas? - preguntó acercándose a ella que lo miraba con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

- ¿Eres idiota? Ya veo que estás volando muy cerca del sol y tu única neurona se está quemando.

Ambos se miraron, pero cada mirada transmitía cosas opuestas; mientras Aquellos ojos negros transmitían la inmensa rabia que Airi sentía en ese momento, la de Hawks mostraba preocupación.

- ¡Quita esa mirada de imbecil o te saco los malditos ojos! - gritó molesta, Hawks notó como ella clavaba sus uñas en su piel.

- ¡Solo responde!

- Puedo matarte a ti. - murmuró y se colocó de espaldas, sabía bien que ella estaba a punto de empezar a romper cosas.

El rubio examinó lo que había frente a él, el largo cabello rosado estaba más largo que hace unos meses, además de que en vez de sólo ondularse en las puntas estaba completamente rizado.

También pudo ver como detrás de sus muslos habían heridas y cicatrices.

- ¿Estás bien?

Aquella pregunta la puso alerta. Sabía que seguía un montón de porquería emocional que ella evitaría a cualquier costo.

- Adiós.

Empezó a caminar a la ventana. Saltaría y desaparecería un par de meses más cuando todo estuviese más calmado, pero Hawks envió todas sus plumas a cubrir la ventana.

- ¿Me arrestaras? - preguntó haciendo que de su mano saliera una raíz.

- ¡Maldita sea! ¿Por qué siempre tiene que ser así contigo? Solo quiero que regreses, quiero recuperarte. Arreglaremos esto... Déjame salvarte.

La chica de ojos negros mordía su labio para que el puchero no saliera, las lágrimas rojas si salieron sin permiso y ella misma las limpió.

- No necesito que me salves. Salva a alguien que lo necesite.

Hawks la abrazo y ella correspondía mientras sollozaba. Debía irse, ya tenía mucho tiempo en ese lugar y era peligroso para ambos.

-.-.-.-.-.-

El rubio estaba congelado, solo tenía su cabeza libre y por más ur lo intentaba sus alas no rompían aquella densa capa de hielo.

- ¡Contesta! - gritó Shiori con una de sus manos en el cuello del chico.

- ¡Era ella! Ya descongelame.

La de ojos celestes retiró el hielo que lo cubría y se quedó de pie frente al héroe número dos, lo miraba con rabia, la mujer siempre mantenía sus emociones al margen pero ahora estaba roja de furia.

Levantó su mano y golpeó el rostro de Hawks dejándole una marca roja.

- ¿Eres idiota? ¡Debiste pedir refuerzos!

- No había ninguna pelea.

Shiori gruñó ante esa respuesta y dio un par de pasos lejos del héroe, donde pisaba se congelaba pues la rabia que sentía en ese momento hacía que su Kosei se volviese más difícil de controlar. La mujer vio los ojos de Endeavor que tampoco estaba contento con el héroe alado.

- Lo que hice no tiene excusa, pero ustedes dos habrían hecho lo mismo. - hubo silencio, Shiori bajo la mirada y Endeavor la mantuvo fría.

- No es Excusa. - hablo el mayor. - ¿Donde está?

- ¡No lo se! Es Airi, ella no le diría a nadie en donde se esconde.

Eso también provocó otro silencio, los tres la conocían bien y en eso el tenía razón. Algo tenían seguro y es que la chica seguía viva hasta el momento.

- ¡Hay que encontrarla! Es acusada de asesinato. No podemos dejarla que ande por ahí.

- ¿Planeas encerrarla en el tártaro? - Hawks miraba a Shiori con el ceño fruncido y la chica suspiró, no dijo nada pues sintió que no hacía falta una respuesta a esa pregunta. Salió de la oficina dejando a los hombres ahí.

- Airi morirá antes de ser encerrada. - señaló Endeavor mirando por la ventana, la chica fue su pupila antes de desertar y aunque no lo admitiera estaba muy preocupado.

- eso es lo que temo...

Salvación - Hawks / Takami KeigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora