Como siempre, esperaba en esa inmensa cama que hay en esta fría habitación, al dueño de la misma todo en él siempre es calma y perfección aunque había veces que aunque intentara hacer alguna broma esta no le salía nada bien, es recto y a veces estricto en ocasiones compadezco a sus soldaditos de plomo… je me encanta hacerlo enojar cuando hablo mal de sus soldados, es como una mezcla de ira y burla la que utiliza cuando los defiende… no sé porque los defiende tanto ni que fueran sus hijos… aunque eso me recuerda lo mucho que suele preocuparse por ellos, los trata como niños de kínder… tsk porque demonios me acuerdo de eso… ¿Por qué demonios siempre llega tarde a casa? ¿Qué no sabe que tiene una? Ese maldito me ha dejado aquí solo más de una vez – torcí la boca recordando eso – ooh no sería mala idea reclamárselo – al fin llego – escucho la puerta que al fin se abre y me recuesto en la cama haciéndome el dormido escuchando sus pasos que suben la escalera a la habitación.
- Souh podrías hacerme el favor de no entrar por la ventana, ¿Cómo demonios burlas la seguridad del edificio?... Souh al menos quítate los zapatos si te vas a dormir en mi cama – me encanta su forma de decir “estoy en casa” que tiene, me sigo haciendo el dormido ignorándolo por completo – Souh Mikoto te estoy hablando – me ha tirado de la cama con tan solo empujar el colchón.
- Delgado pero fuerte, valla sorpresa Munakata – me levanto del frio suelo sobando mi cabeza como si me hubiera dolido – esa es tu forma de decirle a tu marido “estoy en casa” – se ha sonrojado, lo sé aun en la oscuridad de la habitación, pues no se molestó en prender la luz –
- T-tú no eres mi marido idiota – se da la vuelta yendo hacia el baño, yo solo me río viéndole actuar así, a veces inocente y dulce… bueno… no es que sea dulce… ¿pero qué digo? Solo se ve… demonios yo me entiendo.
- Munakata, tengo frío – le digo desde el marco de la puerta del baño, viendo cómo se prepara para darse un baño –
- Envuélvete en llamas y listo, déjame en paz – quiso cerrar la puerta pero lo detuve.
- Sabes a lo que me refiero Munakata –le susurró al oído –
- D-déjame en paz, quiero darme un baño estoy muy cansado, ¡suéltame! – hace mil intentos por soltarse aunque… a veces me hace pensar que solo le gusta el juego de hacerse el difícil.
- Valla Munakata no te conocía eso fetiches – sonrío burlonamente – hagámoslo en el baño entonces.
- Haaa! Yo no me refería a eso idiota…- lo cargo como si fuera un costal llevándolo dentro del baño cerrando la puerta tras de mi - ¡bájame!
…
Maldito sol porque tiene que darme de lleno en la cara todas las mañanas, Munakata y su afán por acomodar la cama de este modo, me doy la vuelta dándole la espalda al sol… esta imagen que veo algunos días no me molesta en lo absoluto, ese delgado cuerpo envuelto solo por una sabana dejando ver su estilizada pero formada figura, viéndole dormir tan profundamente y me encanta sobre todo ver esas marcas pequeñas pero completamente rojas que le he dejado en todo el cuerpo, algo como esto... como decirlo… creo que nunca me cansaría de verlo, lo miro por unos segundos después de un rato se despierta de apoco cerrando un momento los ojos pues el sol también le da en la cara, me levanto un poco tapando el sol que le moleta, me mira desde esa posición aun sin moverse…
- Buenos días Souh – sonrío levemente acerco mi mano para retirar aquel mechón que cae sobre su cara pero… se desvanece no puedo tocarlo, el simplemente desaparece por arte de magia en un segundo…
- ¡Munakataa! – grito viendo como aquella imagen se va sin más, el corazón se me quiere salir del pecho… ¿Qué está pasando?... cierro mis manos en puño y me levanto de la cama yendo al baño, mojo mi cara, después me miro en el espejo, ya es tiempo de despertar, ya es tiempo de que vea la realidad, él no está y el culpable de ello esta haya fuera disfrutando de su estúpida vida cuando se la ha arrebatado a él - ¡maldita sea! – golpeo con fuerza el lavabo pero no se cae, sonrío irónicamente, ya lo había hecho una vez, una vez que estaba enojado lo destroce y Munakata tuvo que comprar otro, creo que lo fijo bien pues esta vez no se calló, trato de calmarme tomo mis cosas y mi chaqueta con ellas sin olvidar la pequeña caja y las notas, las guardo de nuevo en donde las encontré.
Salgo por la puerta y el vigilante de la entrada me mira con sorpresa, yo solo sigo mi camino talvez cambien la chapa de la puerta o yo que sé, ya no me importa no quiero regresar, camino hasta Homra, buscando a Kusanagi o a Totsuka.
- ¿Mikoto? – Kusanagi me habla desde arriba subo las escaleras - ¿Dónde demonios estabas?
- Eso no importa necesito preguntarte algo.
- ¿Pero Mikoto…?
- ¿Qué averiguaste de ese video? – lo interrumpo antes de que siga con sus preguntas, sabe perfectamente que no voy a responder suspira y me mira –
- Mikoto… el hombre que mató al Capitán es otro rey
- ¿Qué rey? – no soy muy paciente.
- Se hace llamar el rey sin color, nuestros chicos ya lo están buscando y algunos aseguran haberlo visto con Kuroh inu.
- Bien – doy la media vuelta bajando las escaleras.
- Espera Mikoto ¿qué vas a hacer?
- Matarlo no es obvio – le contesto sin mirarle.
-¿Por qué?
- … - ¿Por qué? Yo me pregunto lo mismo, ¿Por qué, si él no me ha hecho daño a mí? ¿Por qué, si como dice Fushimi no es asunto mío? ¿Por qué...?
- No digas Adiós… - esas palabras… son las que oí en el panteón… aprieto aquellos mensajes en mi bolsa.
-Porque debo hacerlo, porque debo quitarle lo que él me quito a mi
- ¿Y qué fue lo que te quito? – suspiro y volteo mirándole.
- Me quito una pequeña parte de mi vida…
No se porque tiendo haser depresiva pero bueno pues aqui empezamos con la trama, ya vamos de lleno a K-project recuerden que4 tendremos - bueno solo ella - que cambiar algunos detalles ya que aqui el morido es Reisi sin mas nos vemos en la conti.

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Un mundo sin ti (MikoRei)
FanficLa historia real dice que Reisi mata a Mikoto para salvar a todos ¿que tal si fuera al reves? si Reisi muriera ¿que pasaría?