Bebé manipulador © YoonMin

🍦 EXTRA 4

—¡Mira que lindo luce el pequeño JiHoon!

El chico está maldiciendo a su suerte, en cuanto obtiene la tan deseada atención de su tío TaeHyung.

Daniel a su lado, sólo sonríe encantadoramente, recibiendo gustoso el par de mimitos que su papi le obsequia y JiHoon aprieta los labios para no chillar, cuando Tae aprieta sus mejillas calientes.

Nunca ha entendido esa rara fascinación por su tío Omega y aunque sus propios padres molesten con el asunto (y el niegue todo lo que quiera) no puede evitar regocijarse de gusto cada vez que detecta el suave aroma, entremezclado con el más fuerte de su tío JungKook.

TaeHyung sonríe, separándose y frotando suavemente su abultado vientre de seis meses de embarazo.

Porque sí, finalmente el molesto tío JungKookie, logró su cometido de nuevo.

—Despuésdicequenolegustasutío.

Frunce el entrecejo ante el murmullo de su padre Alfa y se sonroja incluso más, cuando al parecer TaeHyung entiende ese montón de tonterías.

¡No tiene ningún crush!

Esta bien que le guste su presencia, su aroma y su tierna carita de..

Mierda.

Carraspeando, JiHoon golpea el brazo de Daniel con toda la intención de parecer un chico rudo, pero ha olvidado que el enano resultó ser, para su desgracia, un maldito Alfa.

Es por eso que cuando Daniel regresa el golpe, él pequeño JiHoon termina en el suelo y abochornado.

Maldice entre dientes a un pálido Daniel, quien levanta las manos con extremo nerviosismo.

—¡Ya te dije que aún no puedo medir mi fuerza!

JiHoon respira hondo, buscando calmarse para no arremeter contra ese hormonal. Los nervios le han traicionado de nueva cuenta.

El rubor sube por todo su rostro, ante la risita encantadora de su papi JiMin y la de su propio tío bonito.

Y dios, no importa cuanto tiempo pase ni cuán Omega sea, él todavía tiene una fijación con su hermoso tío.

Pero no con Daniel. Así que pagará por su ofensa y su objetivo se centra en su pequeño puño y la entrepierna del pobre chico.

Mientras sus tíos ríen de cualquier tontería (excepto su padre YoonGi que presenció el golpe) JiHoon sonríe y toma del cabello a su primito, tirando su cabeza hacia atrás.

—Y pobre de ti que le digas a tu papi Tae.

Porque algunas cosas no cambiaban y las palizas al esclavo, mucho menos.