Jimin pasó dos horas preparándose para su cita, y eso era el tiempo más largo que le había dedicado a prepararse para salir con alguien, no es que Yoongi estuviera contando. El mayor se enfurruñó en su cama mientras miraba el techo.
Estaba sentado en la oscuridad, haciendo pucheros por nada en particular, y se sentía exactamente como el Jimin de 14 años. Era una visión ridícula: un hombre adulto acostado en su cama al borde de las lágrimas, todo porque estaba celoso de que su mejor amigo, de quién se dio cuenta estuvo enamorado todo este tiempo, tenía una cita con otro hombre.
—¿Yoon? ¿Por qué estás acostado mirando al techo? —Jimin se apoyó contra la puerta—. ¿Está todo bien?
Yoongi se molestó repentinamente por el hábito de Jimin de irrumpir en su habitación cada vez que le apetecía, sin tocar la puerta. No quería que Jimin lo viera así, y definitivamente no quería que Jimin pensara que estaba molesto por algo que había hecho o dicho.
—Sí, Jiminie. Sólo sigo teniendo náuseas —respondió mientras le daba la espalda a Jimin.
Puso sus manos bajo su mejilla y se acomodó en la almohada mientras miraba al lado contrario de donde estaba parado el menor. No estaba de humor para hablar de nada.
Todavía estaba exhausto por todo lo que había vomitado durante el día. Su corazón dolía constantemente en su pecho, era una sensación a la que todavía no podía acostumbrarse. No sabía cómo era sentirse rechazado en cierto modo, y hablando francamente, no era el mejor con los sentimientos.
—Está bien, hyung —dijo finalmente Jimin—, si hay algo que te está molestando, podemos hablar sobre eso cuando regrese, ¿sí? Debo irme ahora. Si empiezas a vomitar de nuevo o si necesitas cualquier cosa en absoluto, llámame inmediatamente y volveré.
Yoongi se quedó en silencio. No podía soportar ver a Jimin, así que simplemente continuó haciendo pucheros hacia la pared. Estaba siendo infantil, y él sabía que Jimin presentía que algo estaba mal, pero no le importaba.
Yoongi volteó para mirar hacia el techo una vez que el apartamento quedó en silencio. No tenía la costumbre de pensar las cosas obsesivamente. No quería ser así. No quería ser desdeñoso con Jimin ni hacer las cosas difíciles. Necesitaba superarlo, rápido.
Una vez que Jimin se fue, automáticamente metió su mano debajo del colchón, sacando el diario. Casi se había convertido en su pequeño lugar seguro. Leer sobre los sentimientos de Jimin, a pesar de que ya no existían, de alguna manera era reconfortante para él.
Necesitaba saber más. Necesitaba saber cuándo se detuvo todo.
Yoongi abrió el diario de Jimin por segunda vez ese día. Nuevamente, Jimin llevaba muchos meses sin escribir nada, claramente se había olvidado de su pequeño diario.
La siguiente entrada fue en el cumpleaños número catorce de Jimin.
13 de octubre de 2009.
Querido diario,
Finalmente tengo 14. ¡Estoy tan emocionado por hoy! Voy a tener una pequeña fiesta en mi casa esta noche, mamá y papá dijeron que se irán mientras estamos aquí, ¡así que tendremos la casa para nosotros solos!
¡Estoy más que emocionado! Taehyung dijo que jugaríamos a la botella esta noche. Nunca lo he jugado, pero Tae dijo que básicamente giras la botella, y a quien sea que apunte tienes que darle un beso. Espero que Yoongi haga girar la botella y apunte hacia mí. Todavía quiero que me bese, más que nada.
La desventaja del juego es que la botella podría no caer sobre mí. Estoy realmente preocupado por eso. ¿Qué pasa si aterriza en otra persona? No creo que pueda ver cómo Yoongi besa a alguien más.
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Dear Diary ※ YoonMin
FanfictionYoongi está ayudando a Jimin, su mejor amigo desde la infancia, a mudarse de la casa de sus padres a su nuevo apartamento compartido. Mientras mueve las cajas, accidentalmente encuentra un diario, en el cual un Jimin de 12 años escribe sobre lo des...