Sólo Eres Mía

Capítulo 5

Mi boca literalmente está tocando el suelo.

No puedo creer con la escena que me encuentro al llegar al bar, Emma se encuentra totalmente ebria, arriba de la barra, cantando a todo pulmón la canción Want To Break Free de Queen, donde su único público precente-los empleados del bar- observan atentamente todos sus movimientos.

El sujeto que se encuentra a un lado de la barra suelta un gruñido, haciendo que los precentes  desaparezca como por arte de magia.

-Señorita, podría porfavor...-suelta un largo suspiro de cansancio, masajeandoce su frente-bajar de la barra.

Mi amiga detiene su canto, colocando a un costado su "micrófono"«si, es que se puede considerar a una botella vacía de Old Golden Hen, como microfono» se inclina un poco hacia abajo, para quedar frente al individuo.

En su cara se dibuja una sonrisa traviesa-Noooop... estaamoos hip, en un libreee país hip... Y puuedo hacer lo queee quiera-se incorpora de vuelta a su posición para seguir cantando.

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I've fallen in love
I've fallen in love for the first time
And this time I know it's for real
I've fallen in love, yeah
God knows, God knows I've fallen in love.

-Emma-lo digo elevando un poco la voz , captando así, la atención de los dos.

-Luci- chilla, muy emocionada-ven, canta con migo.

-Por favor Emma, baja de la barra... ¡¿Si?!-trato de decirlo lo más amable que puedo.

Conozco muy bien a mí amiga, y cuando está en modo "horafeliz" es imposible de controlar y más cuando se le mete algo en la cabeza.

Hace un puchero con sus labios, pareciendo una niña pequeña, se inclina hacía abajo, tratando de bajar de la barra. En un mal movimiento se resbala hacía adentante.

-¡Emma!.

El sujeto desconocido, que se encuentra a un lado de la barra, la atrapa antes de que su cuerpo impacte con el suelo.

Con pasos rapidos llego a dónde se encuentran.

-¿Se encuentra bien, señorita?.

-Eh, mmm... Si, si...-sus mejillas se tiñen de un color rojo- Po-dria soltarme... Por favor.

-Si, claro.

-Oh, Emma ¿Estás bien, te duele algo?-antes que me conteste, le doy un abrazo-¡eso, a sido peligroso, no vuelvas hacerlo nunca!.

-De acuerdo mamá-lo dice en un tono burlón.

Pongo mis ojos en blanco. Ella es así, nunca mide el peligro de sus actos, es tan alocada, espontánea, es tan... tan... Ella.

Me separo de mi amiga y observo al individuo desconocido.

-Disculpe señor, ¿usted es...?

-Marcus O'Connor-extiende su mano en dirección a mí-el dueño del bar.

-Oh, si, ¡claro!-sonrio algo nerviosa, estrechando su mano.

Marcus parece el tipo de sujeto, que con solo una mirada puede hacerte callar, es tan intimidante.

«¡Y como no va ser intimidante, si es enorme, parece un gigante!... ¡Si, mis dos brazos solo forman uno solo de él!... Pobre del que se meta en su camino».

-Gracias señor O'Connor-miro a mí amiga-¿Donde están tus cosas?.

-¿He?...

Suelto un suspiro.

-¿Donde está tu bolso?

- Aquí están-Marcus, me extiende las cosas de Emma.

-Gracias.

Con ayuda de Marcus y sus enormes y músculos brazos, me ayuda a cargar a Emma hasta el taxi y así poder volver a casa.

**********

Lugo de casi 30 minutos de viaje, llegamos a nuestro hogar.

Emma desaparece en dirección al baño, y yo aprovecho hacer el desayuno. Luego de 15 minutos aparece mi amiga ya duchada.

-Toma- le extiendo el plato con panques con miel y café.

-mmm... Esto está delicioso-se lleva otro bocado a la boca-esto es manjar de los dioses Luci.

Giro los ojos.

-No crees que con alagos vas a salvarte- se lo digo sería.

-No perdía nada con intentarlo- sonríe mostrando todos sus dientes.

Suelto un bufido.

-Por favor Lucía... Me duele la cabeza y ... no quiero que comiences con tu sermon... No de nuevo-me mira con carita de perrito regañando.

-De Acuerdo, solo por esta ves, te la dejo pasar. ¿Solo quiero saber por qué te fuiste del club?.

Se queda fijamente mirando su plato.

-¿Emma?-toco sutilmente su mano.

Levanta la vista, donde puedo notar tristeza en sus ojos.

-Me encontre con Cristian.

«Oh No»

-Emma, yo...-no sé qué decir. No pensé que volvería escuchar de nuevo ese nombre.

-¡He, venga!, No pongas esa cara, todo eso ya es pasado-se levanta de la mesa-lo mejor será que vaya a descansar, mañana trabajo y debo estar en condiciones-con un intento fallido, trata de sonreír.

Veo como desaparece en el pasillo en dirección a su cuarto. Trato de darle su espacio, lo último que busco es agobiarla con preguntás.
Sé que el tema "Cristian" le hace daño y más a hora, que al parece volvió.

«Solo espero, que ella pueda con todo esto».

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