Capítulo [7]

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Narrador omnisciente.

La noche era prometedora para aquellos jóvenes hambrientos de nuevas experiencias y emociones fuerte, sin embargo Thomas no la parecía disfrutar del todo.

No se sentía a plenitud debido a algo que lo estaba incomodando en cierta medida, y eso era ocultar su orientación sexual y no poder desenvolverse con naturalidad

Él desde los 14 años ya sabía perfectamente que el sexo opuesto no despertaba nada en él. Al principio le pareció demasiado extraño este hecho puesto que él siempre miraba como todos los chicos a su alrededor tenían novia y él por su parte se mantenía al margen de las relaciones, nunca había significado un problema para él, pero ciertamente era un hecho que no pasaba desapercibido por los demás, así que por presión social (en otras palabras) tuvo que conseguirse una novia, no fue difícil, pero algo dentro de él no estaba del todo satisfecho, no quería aceptarlo, pero estaba más que claro. En vez de que gustaran las niñas él solo podía notar a los niños a su alrededor, todas esas emociones eran muy confusas para un chico de su edad. Thomas no era estúpido así que no tardó tanto en darse cuenta y aceptar «al menos para él mismo» su orientación sexual. Pero antes de ello experimentó salir con algunas chicas, aunque jamás logró despertar ese sentimiento de atracción y deseo.

Sus citas consistían en una sola noche y éstas debían ser muy bien escogidas pues si eso llegase a oídos de alguno de sus progenitores, la decepción y el rechazo de ellos es algo que él no se podía permitir. Al ser hijo único tenía un apellido que mantener. Era mucha presión para alguien que a sus 22 años ha vivido escondiendo sus verdaderos deseos.

Los "amigos de Thomas" o mejor dicho de Tyron, ya estaban bastante pasados de copas y empezaron a decir y a hacer cosas que a la mañana siguiente seguramente se arrepentirían o de las cuales ni siquiera se acordarían. Era alredeor de la una de la madrugada cuando todo empezó a salirse de control. Jack uno de los chicos que estaba con ellos quería, al parecer, propasarse con la mesera que los estaba atendiendo en ese momento y ese fue el inicio del caos posterior.

- ¡Hey muñeca, ¿Quieres tener verdadera diversión? Diviértete con alguien como yo - dijo Jack de manera arrogante y déspota a una mesera pelirroja que los atendía esa noche, ella por su parte ignoró por completo al desconocido. Posterior a eso y debido a la falta de interés de la chica, él notó como la mesera se inclinó levemente mientras depositava unas bebidas en la mesa de ellos, al estar ella de espadas a Jack esto hizo que él lo tomara como una invitación y aprovechando el corto de su falda que dejaba parte de su trasero expuesto, le propino una nalgada tan fuerte que causó que la bandeja con los vasos de cristal cayera de sus manos rompiéndose así en fragmentos todos los recipientes y además debido a los tacones que poseía la chica, perdió el equilibrio y casi se tropieza, de no ser por Tyron que la sujetó de la cintura impidiendo que esto sucediera.

- ¿Te encuentras bien? - Tyron le preguntó a la jóven pelirroja logrando estabilizarla para que no cayera.

- ¡Claro! Y estaré mejor después de darle su merecido a ese hijo de puta - ella le susurró cortante y muy enojada. Si algo molestaba a Amber y de sobremanera, era que imbéciles como ese se quisieran propasar con los demás aprovechando su posición y creyendo que pueden hacer y deshacer a su antojo, pero con lo que no contaba era con que este chica era de armas tomar y no se dejaba de nadie así por así. No sabía con quién se había metido.

- O-oye tranquila no vayas a hacer nada, te supera en fuerza, ¿Si captas? - respondió Tyron susurrando, alterado y muy nervioso, pues esa jóven camarera no se veía con fuerza suficiente como para hacerle frente a un hombre que le dobla el tamaño y no quería que hubiera problemas y resultara lastimada, aunque eso él no lo permitiría.

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