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Se me ocurrió escribir esto, algo como cuando estás en el parque a solas y la brisa remueve tu pelo y acaricia tu piel. Tus ojos brillantes como el sol radiante me encantan. Flores de mayo se ciernen sobre tus pupilas. Esa linda cabellera de oro junto a tus labios color fresa, carmín de dioses y sabor miel.
Estúpida yo, queriendo comerte a besos, y pudiendo hacerlo añadiendo abrazos y palabras de amor.
Tu piel rozando la mía y creyendo que estamos solos en un embarque hacia el nunca jamás y el para siempre en una misma frase. Eres la luna en mi oscuro cielo nocturno y también el sol que aclara mi día. Amo cada pedacito de tus deseos y sueños. Sensación de ardor en mis mejillas por tus susurros en mi oído. Escalofríos recorriendo mi cuerpo como si del frío viento de invierno se tratase, cruzando las montañas del Himalaya. Tus manos acariciando montes de verdes praderas que surcas a besos. Tus ojos posados sobre los míos. Nuestras manos unidas por un lazo rojo intenso que recorrería como una venda mi cuerpo dañado. Quebrando las lágrimas convirtiéndolas en risa y resurgiendo de las cenizas como aquel fénix alado del que hablan. El fuego ardiente en mi pecho late con fuerza al son de tonadas de amor y poemas en prosa que tu boca sabe bien pronunciar y callar la mía llenándola de tímidos susurros pecaminosos e insaciables. Deseos impuros abriéndose camino en mi abdomen descubierto que caricias y besos llena. Tu pasión cubriendo la mía de lirios suaves y sávanas sedosas turbulentas por la noche en vela jugando a ser niños perversos. Mordiendo mi labio con lujuria y tomando tu pecho por mi vida, lo juro, tal sentimiento jamás había sido aquí desdichadamente pensado. Acabo estas palabras con un te amo.

My Strange PoetryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora