《Compαñero》

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Pov. Felix

Caminaba por el campus del Instituto y me disponía a ir directo a mi nueva habitación, cuando escuchó ese irritante sonido de nuevo...El celular. Me quite la mochila y busque dentro hasta que lo encontré.

Una sonrisa apareció en mi rostro al ver de quien se trataba, mi mamá.
Contesté mientras seguía caminando.

- Hola, mamá...

Si, ya conocí al profesor Chanyeol, además tengo una nueva habitación en el mismo dormitorio...

Porque Hyunjin tiene problemas de nuevo...

Lo sé, lo sé, pero es un buen amigo mamá...- Ya iba subiendo las escaleras, para llegar al tercer piso, que es donde se supone estaría mi nueva habitación.

-¿Yo, esconderte algo? Claro que no, eres muy lista, no podría engañarte... Si, pero quiero que sepas que estoy muy contento por haber cambiado de habitación, mamá -Iba pasando por el pasillo de mi antigua habitación cuando una de las puertas se abrió de repente.

Y claro, era Hyunjin.

Él se pegó a la pared al lado de la puerta, y de ella salió aquel lindo peluche que una vez le había regalado a Nayeon, seguido de un marco, que al tocar el piso se rompió en mil pedazos.... Esto era tan...típico.

La puerta se cerró de repente... Mejor dicho la azotaron. Al momento Hyunjin se tiro de rodillas en el piso para comenzar a llorar, como últimamente era su costumbre.

-No! No puedo, por favor...No me hagas esto -Decía lloriqueando mientras se jalaba los cabellos con ambas manos. Tomó el cuadro del piso y lo abrazo contra su pecho.

Levanto un poco la mirada hacia mí -Mamá, tengo que colgar, te hablo luego. -Dije. Me arrodille frente a él y lo abracé contra mi pecho.

Genial. Ahora mi camisa acabaría llena de lágrimas y mocos.

Después del gran sermón que le di sobre que esa idiota no merecía sus lágrimas, y bueno, esa mierdas; me dirigí a mi nueva habitación, esperando que nadie interrumpiera esta vez mi maravillosa entrada a mi nuevo santuario... Tarde tanto hablando con Hyunjin que probablemente mi compañero de habitación llegó antes que yo.

Entre. Y aún no había ninguna maleta ni señal de algún ser viviente allí dentro así que me puse a sacar la ropa de mi maleta.

Después fui al baño y pegue en el espejo un cartel que había hecho a computador la noche anterior "Encantado de conocerte, compañero". Quería darle una buena primera impresión al compañero y recibirlo como se merecía.

Prendí la televisión y lo espere por un rato. No había nada bueno y él estaba tardando demasiado así que me dispuse a tomar un baño. Uno corto, por si el venia antes y como es costumbre mía, me puse a cantar la canción que sale en el comercial de aquel nuevo celular.

Pov. Changbin

Tarde mínimo unas dos horas en encontrar la puta habitación. Diablos, la escuela de verdad parece un laberinto, me dijeron que mi compañero me mostraría la escuela después, para que no me volviera a perder.

Pero al final la encontré... Entre sigilosamente pues lo más seguro era que el ya estuviera allí. Y creo que no me equivoque.

Escuché una voz algo grave cantando... ¿La canción de los comerciales de un teléfono?... Bueno, al menos debo decir que canta lindo ¿no?

Mire al piso y había una maleta abierta, que traía... ¿Bóxers? Oh no, estaban regados cual chiquero, debe ser algo desordenado.

Ahora se escuchaba una puerta ser abierta, mire de donde provenía y lo que observé fue a un niño de unos dieciséis máximo, a juzgar sólo por su cara, puesto que todo lo demás... Eh, olvídenlo.

Ofrecí una sonrisa, es decir ¿Que más podía hacer?... Entonces sentí algo caminar en mis pies, baje la mirada y allí había una cucaracha. Genial.
¿Que más podía pasar hoy?

Hice lo que mis instintos de macho pecho peludo que se respeta me dijeron... Si, gritar e ir corriendo con el chico -del cual ni su nombre sabía- y, literalmente, subirme en él.

El chico comenzó a moverse como gusanito en sal, pero, Dios.
Realmente me asustan los insectos, claro que no lo soltaré.

Caí al piso cuando sentí algo huesudo en mis huevos. El chico me había golpeado con su rodilla... Ahora sí, ¿qué más podía pasar?, dolía horrible.

-No te acerques! No! -grito sujetando la única toalla que me evitaba ver su intimidad como si en ello se le fuera la vida.

-Eres tú el que no debería acercarse a mis pelotas! -respondí aún en el piso- Espera... Ah, me duele mucho! -creó que cuando se pasa el enojo llega más dolor... Ahora si, apuesto lo que sea a que nada duele más que esto.

Él se quedó allí parado viéndome sin decir nada.

-¿No te vas a disculpar?

-¿Por qué? Todo fue tu culpa! Apareciendo así de repente en mi habitación y subiendote encima de mi! -el seguía gritando.

-¿Es que no viste esa maldita cucaracha? Además, esta es MI habitación.

-Oh ¿Tú habitación? -dijo haciendo el tono más burlón que he oído en toda mi vida. Yo sólo asentí, de verdad no quería pelear con el sin siquiera saber su nombre. Eso es totalmente estúpido.

Se golpeó con la mano derecha la cabeza- Oh mierda... -susurro- Eh huido de un deprimido para encontrarme con un intento de dark marica que le teme a las cucarachas! -Gritó.

Dios, eso sí me enfado.

-Eh, no no no, espera! Seré de todo menos marica! -Grite aún más fuerte levantándome del piso.

-Ja! Claro que no eres marica -Otra vez su tono sarcástico. Si no fuera tan lindo, juro que le rompo la cara a golpes -¡¿Quién más se sube encima de un chico sin siquiera conocerlo sólo por una puta cucaracha?! -Pero bueno, si iba a vivir con él tendría que decirle la verdad de una buena vez, ha que estamos enojados no será tan grave a que si lo digo después.

-Sabes, hay una diferencia entre marica y gay, entiendes? -Dije cruzándome de brazos... El chico abrió los ojos como nunca he visto a alguien más abrirlos, vamos! Eso no es tan raro!

-Oh! ¿Así que eres gay? -Dijo de nuevo con ese maldito tono burlón. Se cruzó de brazos imitándome, asintió enojado un par de veces. Para luego caminar pisando fuertemente de nuevo al baño, pasándome de largo.




Hola hermosuras, les traigo esta adaptación Changlix que me encantó.
La historia original le pertenece a @BethanyFANFICS.
Espero que les guste tanto como a mi♡

Yᥱs Or No | ChᥲᥒgᥣιxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora