《Palomas》

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Pov. Felix.

Durante la cena con Changbin y Soojin estuve más que muy feliz, me sentía cómodo y me gustaba divertirme con ellos, lo sé, es raro que lo diga así, pero así es. Me divertí con Changbin y mucho.

-¿Changbin? -Estábamos caminando de regreso a los dormitorios, ya que era muy noche y hacía frío.

-¿Mmm?

-¿Alguna vez has amado a alguien? -No pareció sorprenderle mi pregunta, pues de inmediato negó con la cabeza. -¿Te ha gustado alguien?

-Claro... A todo el mundo le gusta alguien alguna vez.

-¿Tanto hombres como mujeres? -Esta vez asintió despacio, como pensando si de verdad la respuesta era sí.

Ya no quise seguir hablando del tema, ya no me incomodaba ni nada por el estilo, pero sabía de quién se trataba, es tan obvio. Le gusta Hyunjin y eso me pone de malas. Seguimos caminando un rato hasta que Changbin volvió a hablar.

-Sí me gusta alguna persona... Para hablar con él, divertirme con él, y me gusta estar con él... Pero es un chico. -Sí, definitivamente me estaba hablando de Hyunjin. -¿Me cambiaría eso a mi, Felix? Me seguirían gustando los videojuegos, cocinar pollo asado; todo seguiría igual. -Su voz me indicaba que mi hyung se estaba empezando a molestar, supongo que era más porque yo no le estaba respondiendo, que por las preguntas que él mismo se estaba haciendo solo.
-¿Y qué hay de las cosas buenas de mí? ¿Alguien las verá? -Dejó de caminar pero yo no quería seguir escuchando ese tipo de cosas. - No, no más allá del "eres un maldito marica" -Se podía escuchar el dolor en sus palabras.

Paré en seco y lo volteé a ver, no tenía idea de que uno pudiera hacer sentir así a alguien y de verdad lo sentía, porque ni siquiera es su culpa, no lo es. Hice algo que nunca pensé hacer y menos con él.

Regresé algunos pasos hacia donde estaba él y lo abracé, pensaba soltarlo pero me tenía muy bien agarrado por la cintura haciéndome quedar en esa misma posición por un rato, hasta que decidió soltarme.

Regresamos a la habitación ya cuando todos estaban dormidos, había estado lloviendo en lo que cenábamos y cuando entramos todo el cuarto estaba empapado de agua.

-Oh! Tenemos un problema. -¡No me digas! Como es posible que la maldita escuela si tenga para pagar hasta lo que no debe, pero no para reparar unas mugres goteras. No, yo no me iba a encargar de esto. Bufé y sali casi corriendo de allí.

Pov. Changbin.

Y allí va de nuevo, dejándome solo cuando la habitación está sucia o en su debido caso; mojada.

Suspire, ¿ya que más queda? Tome una cubeta y muchos trapos, comencé a quitar como pude el agua de todos lados, hasta que escuché la puerta abrirse y ¡Aleluya! Felix había regresado. No dijo nada, camino hasta el colchón y lo quiso levantar, prácticamente estuvo cinco minutos intentándolo sin pedir ayuda ni nada, supongo que le pica el orgullo. Pero no por eso dejaré que le salga una hernia o algo así.

Me acerqué a él y "lo ayudé" a levantarlo. ¿Por qué entre comillas? Porque lo levanté todo yo.

-Lix, puedes dormir en mi cama, yo me haré un espacio en el suelo.

-No, así estoy bien. -Respondió el rubio.

-Lo digo en serio, tú si puedes cruzar mi línea. -Y de repente la estúpida luz se fue. Y aquí vamos de nuevo, si un grito y antes de que el monstruo de la oscuridad pudiera llevarme para comerse hasta mis huesos, corrí a Felix y lo abracé como pude.

Después de intentar echarme de encima una y otra vez, se rindió, ya estaba esperando mi sesión de gritos diario cortesía de mi compañero de cuarto, pero en lugar de eso, el chico se puso a reír como loco, hasta que me calme y lo solté. Entonces se dirigió a un cajón, de donde sacó muchas velitas, las prendió todas y las puso alrededor, algunas también en el piso, cuando terminó se sentó frente a una pared. ¿Quién hace eso?

Pero comenzó a mover sus manos haciendo que en la pared se viera una linda paloma, volteó a verme y me sonrió. Si sigue haciendo eso estoy seguro de que no voy a poder controlarme más; fui a su lado y me senté también en el piso, hice otra paloma y ambos simulábamos que volaban juntas, entonces me fijé que la palomita de Felix se estaba acercando mucho a la mía, se veía como si estuvieran tomadas del ala, quise voltear a verlo, planeaba decirle que ya tenía sueño o algo así, pero no sólo la paloma de Felix estaba cerca de la mía: también su rostro, y mucho [nuevamente]

Yᥱs Or No | ChᥲᥒgᥣιxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora