Llegaste tu Capitulo 2 (Juliantina)

Para toda la vida

-quiero brindar por nosotras- tomamos nuestras copas y después de chocarlas di un sorbo grande

-por un momento pensé que dirías que no- admitió Val 

-¿por qué lo dices?-

-se que tu y el matrimonio no pueden estar justos en la misma oración- sonrió ligeramente, yo suspire, deje mi copa de lado y me recosté sobre la manta, el sol se había terminado de meter, dejando ver las primeras estrellas en el cielo   

-lo admito el compromiso me da miedo, pero contigo no, siempre me eh imaginado a tu lado formando una familia-

-¿casa, hijos y todo incluido?- bromeo, ella también se había acostado quedando muy cerca de mi 

-todo el paquete completo- nos reinos, comencé a acariciar su cabello al fondo se escuchaban las olas del mar, por un segundo cierre los ojos y suspire, caí en cuenta de lo que pasaba -me casare con Valentina Carvajal- dije con una sonrisa

Ante eso Val se levanto un poco para verme a la cara -¿a caso ya te estas arrepintiendo?- bromeo

-nunca- la bese rápidamente -es solo que me casare con la mujer mas guapa de todo el mundo ¿que mas puedo pedir?-

-soy yo la afortunada- me beso y se volvió a acomodar a mi lado ¿recuerdas la vez que platicamos sobre nuestro primer vals?-

-nunca la olvide- comente

-¿seguirá siendo la misma?- pregunto sin dejar de mirar el cielo

-¿ya empezaremos a planear?- pregunte con gracia

-¿te molesta?-

-para nada, pero creo que deberíamos empezar por poner una fecha- las estrellas brillaban tanto que no tenia que fijar la vista para poder verlas en todo su esplendor

-agosto 16- sonreí al escuchar eso

-la primera vez que nos hicimos novias- dije tranquilamente -me agrada- volví a sonreír, voltee y la abrace, por un momento olvide donde estábamos, yo solo quería estar lo mas cerca que pudiera de ella.

-tengo una sorpresa mas- me levante solo un poco y la mire sorprendida

-¿otra?- ella asintió y se levanto, dándome la mano para ayudarme.

Caminamos tomadas de la mano, yo sentía que flotaba entre nubes y sonreíamos como si no hubiera un mañana, al entrar a la habitación estaba completamente diferente a como yo la había dejado, un camino de velas y pétalos de rosas que llevaban al balcón del cuarto, al salir me tope con una mesa y dos sillas

-¿en que momento?- pregunte sorprendida

-por eso me desaparecí ayer- se encogió de hombros -no podía hacerlo completamente sola, pero tampoco podía dejarlo en manos de cualquiera- de inmediato la abrace fuertemente, me sentí culpable por todo lo que había pensado.

- me da pena decirlo, pero ayer pensé que me estabas engañando- ella me separo un poco y primero me miro con semblante serio, sentí que ya había estropeado esto tan perfecto, después de unos segundos comenzó a reírse.

-la verdad si lo imagine, pero no podía arruinar la sorpresa- me beso -aunque...- sonrío ligeramente -¿como fuiste capaz de pensar eso de mi?- bromeo

-de verdad lo siento- era sincera, me sentía muy apenada por haber pensado así de ella

-esta bien- me beso una vez mas -creo que me hubiera pasado lo mismo- sonrió, nos sentamos en las sillas, otra botella nos esperaba acompañada de un par de velas que daban una iluminación tenue, fue hasta ese momento que me percate en que la ambientación estaba acargo de nuestras canciones.