- Elxa poderoso, ¡aquí está helado! - grito Kal mientras se cerraba más el abrigo.
Kal alcanzó escuchar a Rítal y Ranpo estallar en carcajadas antes de cerrar la puerta de la choza.
Era un mecanismo muy sencillo, una piedra arenosa de 2 metros que cerraba a presión.
-Entre los Dracca se deja de considerar a uno como bebé, el día que abre a voluntad la puerta de su choza. Bidayat Almashii* es el nombre de esto.- dijo Speeral mientras contemplaba el cielo de la noche.
*(Pronunciado Bidéyatu Almushií)-¿Eso también es Lengua Antigua?- preguntó Kal.
Speeral asintió volteando a ver a Kal. Su silencio paciente hacia a Kal querer gritar impacientemente.
-La primer pregunta siempre es la más difícil. - dijo ella.
Kal no sabía por dónde empezar. Al final solo pudo preguntar aquella pregunta que salía en su tren de pensamiento, cada dos pensamientos.
-¿Pero qué demonios está pasando?- dijo Kal al fin, soltando un suspiro, sintiendo como se desarmada, quedándose de pie de milagro.
Speeral rió en voz baja, pero al ver la ira de Kal se calló de inmediato.
-La primer pregunta siempre es la más importante. -dijo Speeral- pero no sé a que demonios te refieres, que a todo lo que ha pasado. ¿Puedes ser más específico?-¿Por qué tenían Mal y Sal que morir?- pregunto al fin Kal, está vez derrumbándose por fin.
Lloraba en silencio intentando controlarse en vano. Sus padres habían muerto. Su humilde, hacendosa, pero feliz vida había terminado.
-¿Por qué murieron así? ¿Qué me está pasando? ¿Qué es esta marca? ¿Qué era esa serpiente verde? - Kal sollozaba y su dolor por fin salía.
Speeral se arrodilló y lo tomó por los hombros.
-Cuando estamos solos, el dolor puede llevarnos a la demencia o incluso a la muerte.- dijo Speeral levantándole a Kal el rostro para que la viera de frente. -Pero no estás solo kind*-
(*Pronunciado Kint o Kind dependiendo el acento)-Kal- dijo él limpiándose las lágrimas.
Speeral rió y se levantó. -Tu nombre no es Kal-
-¿Mi nombre es Kind? - preguntó Kal levantándose también.
-No. Kind es... -detuvo como para ordenar sus palabras. -Kind es la palabra con la que gente como yo se refiere a alguien como tú, en el Idioma Antiguo. -
-¿Los Antiguos también tenían Ocres?- pregunto Kal.
-Los Antiguos tenían niños.- dijo Speeral, como si hubiese encontrado la palabra que tenia perdida.
-No soy un niño. -dijo Kal molesto.
-De hecho lo eres desde que abriste esa puerta. Antes eras un bebé. -dijo Speeral.
Kal la miró de nuevo y notó que estaba haciendo una mueca extraña. Una especie de sonrisa en la que se estaba mordiendo la punta de la lengua. Kal entendió que Speeral estaba bromeando y sonrió. Speeral estaba satisfecha.
-Puedo contestar tus preguntas.- dijo Speeral -Debes saber que yo solo digo la verdad, ¿entendido?-
Kal asintió. Sintió que era sincera y eso lo calmaba.
-Meldelac y Salaeri murieron para que tu pudieras vivir por supuesto.- dijo Speeral, y adelantándose a la pregunta de Kal -Esos eran sus nombres verdaderos.-
Kal los dijo en voz baja. "Meldelac y Salaeri" tenían nombre. Actuaban como si lo tuvieran. Eran especiales. Kal siempre lo sintió.
-No eran tus parientes de sangre- continuo Speeral- pero dudo que a ti o a ellos les importe. Eran tu familia, ¿verdad?
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La Cadena de Halic
Ficção CientíficaKal vive todos sus días con un estricto horario sirviendo a los monjes de la abadía de Oeste. Poco sabe él del mundo exterior o de la guerra que se libra hasta que un día, 3 guerreros rebeldes entran en la abadía y lo secuestran. Kal tendrá que adap...