Llegó el momento de su partida, yo estaba tan triste ellas me hacían olvidar el pequeño vació que llevaba en mi interior, ya que mis padres siempre trabajaban y apenas era una niña de ocho años, yo era la hija única y no tenía con quien hablar... Recuerdo que una noche anterior tome mi mochila pequeña y guarde lo necesario, ropa interior, ropa del diario y algunos juguetes, con tal de irme con ellas, cuando se estaban despidiendo de mis padres salí y les dije que tenía todo listo para irme con ellas...
Todos me miraron con admiración y guardaron silencio, hasta que la madre superiora se me acerco y me dijo -Ana eres muy grande espiritualmente, pero aún te falta crecer de edad, el señor siempre estará contigo y nosotras volveremos a visitarte, te lo prometemos y te llevaremos a misiones- Por un momento odie ser pequeña y es que aún no comprendía nada, quería ver como convertían a la gente, en fin ese día se fueron.
Se fueron pero me dejaron cosas valiosas, primero hicieron que mis papas se casaran por la iglesia y se juntaran mas y estuvieran mas tiempo conmigo, también nos acercaron a la iglesia, ya íbamos cada domingo.
Admito que me quedaba dormida con las homilías del sacerdote, ya que era muy anciano y no pronunciaba bien las palabras, hasta que un día fui con mi abuela y ella miro que me dormía entonces saliendo de misa me dijo -Ana, no puedes dormirte en misa, sabias tu que el demonio se te sube a tu espalda y eso hace que te canses y duermas- Tal vez no era cierto, pero la verdad hizo que me llenara de miedo y eso evito que me siguiera durmiendo en misa, en estos momentos ya comprendía que existía un mal y un bien, que un Dios supremos nos había creado y que mando a su hijo único para salvarnos ¿De que? -del pecado, del demonio mi amor- contestaba mi abuela cada vez que le preguntaba.
Después de eso jamas me dormía, pero ahora llegaba algo peor, ¿qué cosa levantaba el sacerdote y por qué lo hacia? tengo un recuerdo abstracto, pero por muy dentro de mi se que fue verdad, no es importante si no crees, solo te lo contare.
Un domingo fui muy de mañana a misa con mi mamá, pensé "Que de nuevo aprenderé hoy" las misas se me eran muy aburridas y solo sabia el concepto de "Dios creo al mundo y mando a su hijo único para salvarnos del pecado de satanás" vamos... ¿siempre escucharía eso en misa? quería algo nuevo.... Y paso algo nuevo...
Esta vez lo vi, vi cuando el sacerdote levanto el pan, ya no era pan era el cuerpo de cristo... Pero lo vi, lo vi en forma de corazón, llamo tanto mi atención que forme en la fila porque realmente quería recibirlo... Mi mamá se formo detrás de mi y justo cuando pase... Me quito de la fila y sólo paso ella "Hey que engaño" como lo dije "No sabia que era ese pan, pero al verlo de esa forma quería tenerlo en mis manos."
Es que no se, si el "pan" tenía esa forma o era porque realmente Dios así quiso que lo viera.
Después de eso quería probarlo quería de "ÉL".
Al llegar a casa le preguntéa mi mamá que era ese pequeño pan...
- Es el cuerpo de Jesús, cariño- contestó con una dulce voz.
¿Cuerpo de Jesús? Como pasaba eso, ¿qué no se supone que habían pasado ya años para ser el mismo cuerpo?
Qué rayos estaba pasando, mi mamá aún no sabía tanto del tema, no, ella no sabía cómo explicarmelo, entonces me dijo que ya era hora de entrar al catecismo....
Dios... me emocioné, estaba feliz porque quería conocer más y más sobre el tema.Te burlaras de mi si te digo que ahora no recuerdo nada de lo que aprendí ahí y que todo lo que se es por las misas jaja lo siento amigos... Era muy pequeña, ahora comprendo al sacerdote cuando dice "Niños menores de ocho años no entran al catecismo" al dar catecismo me doy cuenta de que me habría gustado ser mayor un poco mayor para esto....
De nuevo odie ser pequeña.
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Pensamientos de una Joven. #JóvenesCatólicos.
SpiritualUna chica intrépida que quiere dar a conocer su vida cristiana para así darse a expresar, enseñando como ser parte de una iglesia, sin temor de lo que digan los demás y tambien a aprender a amar al prójimo.