Viaje Revelador

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Narra Poché: Sábado

Para nuestra mala suerte Cris y Juan se sentaron un par de asientos tras de nosotras, para no levantar sospechas no podíamos tomarnos de la mano, acercarnos demasiado, ni mucho menos besarnos que era lo que más me gustaba.

Algunas veces nos mirábamos y nos reíamos, pero no pasaba de eso porque nuestros amigos no dormían. Como el vuelo era de mañana no teníamos el suficiente sueño como para dormir, así que mi viaje se basó en películas y miraditas con Calle.

Me recosté en ella un tiempo para poder dormir, porque las pelis ya me tenían aburrida, ella no se negó así que poco a poco me fui quedando dormida en su hombro. Ella de la nada me besó, la miré confundida y ella solo dijo

-No pude soportarlo más tiempo- era lo más tierno que había escuchado salir de su dulce boca

-Yo tampoco aguanto lo suficiente- añadí para devolverle el beso, nuestras bocas se fusionaron en una y nuestras lenguas bailaron al unísono, estos momentos hacían que amara a la chica de mi lado

Pensar si se habían dado cuenta o no, sinceramente ya no me importaba, estos momentos tan lindos de nuestra relación no los desaprovecharía por nada en este mundo.

Luego nos quedamos profundamente dormidas en los brazos de Morfeo, yo me apoyé en ella y ella en mí. Me desperté cuando Calle me comenzó a besar toda la cara.

-Bebé ya comenzamos a aterrizar, sostente en mi si tienes miedo, ¿bueno?- preguntó ella tiernamente enamorándome aún más

-Gracias mi princesa hermosa, te amo- respondí mirando directamente sus ojos color avellana

-Yo más, mi amor- añadió calmando un poco mis nervios, aterrizar y despegar no eran mis momentos favoritos de viajar. Eran esos momentos que odio que ocurran, pero que los viajes y los recuerdos hacen que valgan la pena

Cuando aterrizamos, tomé la mano de Calle y fuimos en busca de nuestras maletas, esperamos a que Cris y Juan consiguieran las suyas para irnos juntos. Estábamos esperando cuando uno de ellos preguntó

-¿Son novias?- esa pregunta que había querido evitar, pero que ahora necesitaba responder

-Sí, yo y Calle somos novias- respondí con una sonrisa en el rostro, tenía muchos nervios, pero esa sensación liberadora recorría todo mi cuerpo. Calle me miraba un poco preocupada pero ya no importaba, quería gritar a los 4 vientos que mi novia es Daniela Calle

-¿Tanto tiempo esperaron para decirlo?- dijo Cris con una sonrisa de oreja a oreja

-Ese día que fueron juntas a devolver los anillos a nuestra casa, sus miradas hablaban por sí solas, a pesar de que no quise incomodarlas preguntándoles, sabía que algo tenían, y no era tan sólo una amistad- añadió Juan

-Pues venimos de Miami porque le fuimos a decir a nuestros padres, no fue nada fácil, mi madre tardó un poco en comprenderlo,  pero junto a mi novia, todo es más simple- dijo Calle explicando el motivo de nuestro viaje mientras me miraba tiernamente

-Que bueno que hayan salido del closet ahora podemos ir a citas en parejas- añadió sonriendo Cris

-Ustedes ya se van a casar que genial, recuerden que cuentan con todo nuestro apoyo, cualquier cosa que necesiten no duden en preguntarnos, debemos irnos pero esperamos verlos pronto- dije siendo honesta, ellos hacían tan linda pareja que esperaba que algún día mi relación con Calle fuera así, tan espectacular y firme.

Calle se encargó de pedir un Uber para que fuera en busca de nosotras, nos despedimos de los chicos y cuando llegamos a la casa de Calle, descansamos e intentamos volver al horario normal de Colombia.

Estaba bastante cómoda, cuando a Calle le llegó un mensaje de un número desconocido...

Boda EquivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora