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-¿A donde vas?-preguntó mi padre leyendo su habitual libro de IchaIcha.

-A casa de los Nara, me siento culpable por lo de Shikadai-dije con una bolsa en mis manos en la puerta de mi casa. Resulta que Shikadai se resfrió en parte por mi culpa, me salvó de una caída al lago y terminó cayendo él.

-Bien, yo le digo a tu mamá, no vuelvas tarde-yo asentí.

-Gracias-le sonreí y me dirigí a casa de los Nara

Toqué la puerta y me distraje con mis pensamientos, tanto que no sentí cuando abrieron y me fui de cara contra el piso.

-¡Lo siento ____-chan!-me dijo poniendose a mi altura-Me alegro de que estes aquí ¡Eres un ángel!-yo la miré confundida-llegó un mensaje de Suna y me necesitan donde el Hokage, necesito alguien que cuide de Shikadai hasta que Shikamaru pueda venir, justo iba a buscarte.

-No se preocupe, a eso venia-Le sonreí.

-Las medicinas están en la cocina y el termómetro en su habitación, él está en su cuarto dormido... Se está comportando un tanto extraño; me tengo que ir ¡Adios!- y se fue... Me pensaba quedar solo un ratito pero bueno, todo sea por Shikadai.

Me fuí a la cocina a dejar la bolsa y a buscar una toallita y agua, supongo que tiene fiebre, entré a la habitación de mi Nara que no es mio, el pobre estaba dormido con una cara de incomodidad, toqué su frente, efectivamente tenia fiebre muy alta, coloqué la toallita en su frente y me senté a su lado.

-¿Alguna vez te mencioné que te vez terriblemente adorable cuando duermes?-le dije sobando su cabeza.

-No, nunca lo hiciste pero es lindo saberlo-dijo mientras sonreia sin llegar a abrir sus ojos.

-¿Estabas fingiendo?-le dije ligeramente enojada.

-No del todo, desperté tiempo después de que pusiste la toallita en mi cabeza-dijo aún con sus ojos cerrados y su sonrisa sarcástica.

-Bueno... Como estás despierto no te molestará que te tome la temperatura-dije tomando el termómetro en manos.

-Que fastido-dijo abriendo sus ojos que estaban un poco enrojecidos-¿Donde está mi mamá?

-Está donde el Hokage ¿Tanto te molesta que yo te cuide?-dije levantando una ceja.

-No, no es eso, me sorprendió que estes aqui... Ya no vienes tanto como antes

-Lo siento Dai, no quería que te sintieras así, las misiones... Y pues en mis tiempos he estado saliendo con Tsurugi y...-Me interrumpió

-Tsk, Tsurugi-dijo frunciendo el ceño y desviando la mirada.

-Bueno... Abre la boca para tomarte la temperatura-dije mientras me acercaba a él.

-No quiero-dijo infantilmente. Un minuto... Shikadai Nara actuando como un bebé.

-Shikadai Nara, abre la boca-le Ordené.

-¡No!-Adorablemente fastidioso.

-Bien... Supongo que no quieres un premio-Ja! Olvidaste que soy una maestra en el arte del soborno a niños... Tengo un hermanito muy fastidioso.

-¿Qué me darás?-dijo haciendome ojitos.

-Lo verás después de que te tome la temperatura, abre la boca-él obedeció y le coloqué el termómetro, esperé a que sonara-39 grados-Estó no es bueno.

-¿Y bien? ______... Quiero mi premio-yo reí nerviosa.

-Tu premio era saber tu temperatura.

-No me gusta ese premio-infló sus mejillas y se cruzó de brazos, yo las densinflé.

Las Mujeres son problematicas ➳ Shikadai NaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora