Fin de semana con papá después de 1 mes de planeación, logramos coordinar ir a la playa, solo ibamos a ser el y yo, esperaba que no fuera tan mal.
Mi papá llegó por mí temprano en la mañana, para ser honesta no me entusiasmaba mucho la idea, pero tenía que empezar a mentalizarme que esa sería mi vida de ahora en adelante, tener fines de semana compartidos, entre los 2...
Creanme, auqnue solo era una "separación", yo sabía que iba a ser mucho más que solo eso...
Mientras me bronceaba a la orilla de la piscina Alberto dijo:
- Luce, hija, ya está el almuerzo, te prepare un ceviche peruano -
-Papi, de verdad que no te hubieras molestado, aunque no te niego, se ve delicioso -
-Y aún no lo pruebas, está exquisito, y sabes que no me molesta, haría cualquier cosa por ti princesa - contestó Alberto. Sí, tengo 18 años y mi padre me sigue diciendo princesa. Hay cosas que no las puedo controlar yo, y siendo la única niña en su vida no me extraña que decidiera decirme así desde que nací. Ese mismo día entre risas y actualizarnos un poco de nuestras vida, empezamos a discutir de ciertos temas de chicos:
-Oye, Luce, no quiero obligarte a responder, pero...-
-Ok papi, no puedes comenzar una conversacíon importante con esa frase, literalmente estoy obligada a responder lo quiera o no-
Papá se rió y contestó: -vale, lo siento, pero tengo curiosidad, y me preocupo por tí, estás en la universidad, y sé que hay alguien en tu vida, Víctor, ¿verdad?-
No tuve ni tiempo de responder porque mis mejillas estaban rojas y ardían, a pesar de haber pasado todo el día bajo el sol, sabía que papá se daría cuenta, así que fui honesta y le conté lo uqe hbía pasado el día anterior, milagrosamente el se sentía muy feliz por mí, me dijo que confiaba en mí, que sabía que podía tomar decisiones que valieran la pena, que el estaría para mi en todo momento, pero no podía dejar de ser papá si no lanzaba el comentario:
-Y hagas lo que hagas, por favor ocupa protección, ser padre joven fue lo mejor de mi vida, pero también fue muy difícil y no quiero que pases por esa misma situación, sigues siendo mi princesa-
-Ok, hasta aquí nuestra platica, no quiero discutir esos temas contigo... sin embargo no hay nada de que preocuparse queremos llevar las cosas lo más tranquilo posible-
Alberto se quedo muy tranquilo con mi respuesta, después de eso, subimos todo al carro para regresar a la ciudad, la había pasado muy bien con mi padre, pero me preocupaba mamá, no sabía en que estado lo iba a encontrar, auqnue le había mandado textos todo el día para asegurarme que comiera y que hiciera algo más que estar acostada en el día.
Cuando llegue a casa, mamá estaba bastante bien, aún bastante triste, pero no la culpaba, a penas y había pasado un par de semanas que papá se había ido de casa, se fue a dormir en cuanto yo llegue y le conté sobre mi día. Justo después le llamé a Víctor, iba a preparar cena para mi aunque era bastante tarde, y el acepto.
En cuanto llegó, me besó, un beso tierno y al mismo tiempo cargado de mucho deseo, sabía que queriamos ir despacio, o por lo menos el quería llevar las cosas despacio, ¿pero que tan despacio es despacio?
Comimos un poco y pusimos netflix en la sala, como en casa solo eramos mamá y yo, no habían interrupciones ni nadie más en casa, las empleadas solo llegaban en el día y entre semana.
Estabamos en el sillón, yo estaba acostada con los pies en el regazo de Víc, y empezamos a besarnos, esta vez todo lo que quedo de inocente en nuestro primer beso, se había ido a la mierda, este beso estaba cargado de deseo y pasión, y solo ahí fue cuando me di cuenta que esos sentimientos los vas acumulando mientras te vas dando cuenta que alguien te gusta.
Estabamos en el sillón, yo sentada a horcajadas en su regazo, mis shorts ya estaban desabrochados y mi camisa, perdida en algún lugar de la sala, Víc estaba ya solo en bóxer, y ya se le entreveía el bulto en su entrepierna, sabía que cualquier cosa podía pasar llegados a este punto, así que me detuve y tratando de mantener la cabeza un poco fría pregunte:
-¿quieres parar?, me refiero a que no sé si te referias a despacio despacio y nada de esto-
Víctor se río, una carcajada que le costó un poco tratando de disimular un poco las ganas, me contestó:
-Linda, ya no hay más tiempo que perder-. Ok, en definitiva no era la respuesta que esperaba pero era justo lo que quería oir, no tenía tanta experiencia a mis cortos 18 años, pero algo sabía, y pues me levanté de su regazo lo cual hizo que empezara a gruñit, pero me quite los shorts y en ropa interior empecé a subir a mi cuarto.
El ni lento ni perezoso, me agarro por la cintura desde atrás y me levantó, poniendome de frente, abrace mis piernas a sus caderas.
Una vez en mi cuarto, me acostó en mi cama, yo solo observaba, necesitba saber que haría el, y el suspenso me mataba, me bajó las panties y me quitó el bra y me observó y su cara era otro nivel, era admiración y deseo todo mezclado, era justo lo que quería y me dijo: -antes quiero comenzar con algo diferente, se agachó a la orilla de la cama, cerca de mis piernas y empezó a trazar un camino con sus dedos largos desde mis pechos hasta mi sexo, yo solo observaba y disfrutaba.
-Víctor, o haves algo de una vez por todas o creéme que empiezo sin tí- y el contestó: -la verdad no me molestaría que comenzaras sin mí, pero es que me pareces fascinante, sos preciosa y sexi, Luce, tan sexi-
-vale, basta de charla, por favor, basta de charlas-
Nuevamente ni lento ni perezoso, empezó a alternar besos y caricias en mi vientre hasta llegar a mi himen, hacía movimientos lentos y me estaba matando, y sé que el lo sabía también, ya sentía que estaba a punto de correrme, y lo detuve, como pude entre jadeos le doje que hoy me tocaba a mi, tenía una erección dura, cuando puse mi mano sobre su mienbro, empecé justo como el lo habia hecho, lento para darle el mismo sufrimiento.
Me vio a los ojos y me dijo: -vale, ya entendí que te hice esperar mucho, por favor te necesito antes que me corra afuera, necesito tenerte dentro, es lo que he estado esperando, a la mierda ir lento-
BINGO, ahí estaba mi pase libre, era justo lo que necesitaba, yo siempre había tomado la píldora, porque pues la niña es alérgica al latex... y claro entre todas las cosas que Víc sabía de mí, tambíen sabia ese pequeño detalle.
Cuando me pentró por primera vez, me sentí de maravilla, a medida iban tomando velecidad las embestidas, yo disfrutaba el momento, fue una experiencia mágica esa primera vez.
No sé cuantas veces hicimos el amor esa noche ni en cuantas posiciones difernetes, pero hubo un punto en el que sabiamos el debía irse, no porque Toti y el Sr. A se preocuparan, sino porque sabiamos que Teté pondría el grito en el cielo.
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La historia de mi vida ***en proceso***
Teen FictionCuando llevas toda tu vida, por corta que sea, viviendo de cierta manera, cuando tus padres te dan grandes noticias, eso puede cambiar, pero como te va a afectar lo decides tu, claro siempre contando con el apoyo de tus amigos y tu familia, pero aun...