Capítulo 11: Un gran susto.

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Si, subí las escaleras como FLASH, y llegué al lado donde estaba mi hermano.

- Rubí... Ven rápidooo.
- Tranquilo Zafiro, todavía no he elegido mi lib... - le corté.
- Es super importante.
- Venga dime.
- Nuestro hermanastro no está.

Mi hermano se quedó parado mirándome unos segundos, después reaccionó.
    Bajó como yo había subido las escaleras. FLASH.
Y efectivamente, Adrián no estaba allí.

- ¿Qué?...

Ese QUÉ que dijo mi hermano fue largo y despacio.
    Corrimos hasta la bibliotecaria donde le preguntamos si se le había acercado un chiquillo llamado Adrián.

- Perdone, rápido, un chiquillo llamado Adrián, ¿ha pasado por aquí?
- Sí, está arriba, en la segunda planta.

Fue entonces cuando salimos pitando hacia arriba, y vimos al fondo a Adrián, que seguía mirando los libros.
Me acerqué a él rápidamente y le dije:

- Adrián, no nos des esos sustos.
- ¿Qué susto?
- Nos has dado un susto de muerte. Cuando quieras irte a otro lado, solamente nos lo dices.
- Vale.

Salimos de la biblioteca, con nuestros carnes y nos dirijimos a casa para comer.
   Cuando llegamos allí, mi hermano empezó a preparar la comida y Adrián y yo nos fuimos a mi cuarto. Nos pusimos a jugar a un juego.

(Después de 30 minutos)

Mi hermano nos llamó para comer, teníamos macarrones, así que bajamos y nos pusimos a comer. Pusimos la televisión con las noticias puestas. A mi no me interesaban, y me puse a hablar con Adrián.
    Tardamos en comer bastante tiempo, cuando terminamos seguimos jugando al mismo juego, porque no lo terminamos, sabéis, dura unas dos horas, así que largo no, lo siguiente.
El siguiente día era cuando nos tocaba irnos a casa.

Llegó las ocho, me despedí de Adrián, me duché y me acosté para el viaje en avión. No me podía creer que tuviéramos que volver a España.

El camino (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora