Mi primer año como profesor después de haber estudiado tanto para sacar la carrera.
No me emocionaba mucho la idea de trabajar, siempre he tenido el apoyo de mis padres para todo, nunca me ha faltado nada, no he tenido la necesidad de trabajar, solo estudiar, sin preocuparme por el dinero. Solo tengo 26 años, mi vida esta comenzando.
Pero desde que mi padre tomo la decisión de no cubrir mas mis gastos porque ya salia de la universidad, no me queda de otra que buscar un trabajo y desempeñar mi profesión.
Hoy es el primer día de clases y tengo que estar mas temprano que todos para hablar con el director. Ese viejo codicioso, no hizo falta ni una entrevista, solo mostrarle lo que mas le gusta y hace sus ojos brillar, dinero. Y ya el trabajo era mio.
...
-Venga conmigo, profesor. Le voy a mostrar uno de sus salones, son chicos del ultimo año, locos por graduarse. La mayoría detestaba al pobre Collins, así que muchos se alegraran de que ya no este, pobre viejo.- Por lo que había entendido, el profesor Collins era el anterior profesor de matemáticas que nadie quería, el pobre se enfermo y ya no podrá hacerle la vida imposible a sus alumnos. Puede que yo se las haga por el.- Aquí estamos, ultimo año, salón B. Ya están todos dentro así que podemos entrar para presentarlo.
Le di una sonrisa hipócrita.-Me muero por conocerlos..-Dije. Solo me moría por irme de ese lugar.
Entramos y pude notar que habían al menos veinte personas en el salón. Todos los asientos estaban llenos menos dos de ellos, y la verdad no le di importancia, mientras menos mejor.
-Profesor, en este salón hay veintidós alumnos, pero por lo que puedo notar, dos de ellos no están. Es normal, no todos vienen el primer día, y menos si es matemática su primera clase.
Hablo el director y moví mi mano restandole importancia, la verdad, podían venir cinco, no me importaba.
Mientras el director daba los buenos días y la bienvenida a todos, yo me mantenía de pie a su lado esperando ser presentado ante todos lo que me veían con curiosidad. Pude notar como todas las chicas sonreían y secretaban entre ellas mirándome, me percate de ello y les sonreía de vuelta. Me encantaba hacer suspirar a las mujeres.
-Señorita Lund y señorita Stuart, pasen, están a tiempo.-Salí de mis pensamientos cuando escuche la voz del viejo a mi lado. Mire a la puerta y vi dos pequeñas cabezas asomándose con vergüenza. Corrieron a sus asientos y no pude evitar posar mi mirada en una de ellas. Ese cabello largo justo hasta la mitad de su espalda y esas piernas gruesas y trabajadas robaron mi atención.
El director seguía hablando hasta que note que se giro hacia mi y dijo mi nombre.
-Buenos días clase, soy Carter Cadwell y seré su nuevo profesor de matemáticas.- Comencé a hablar con una sonrisa en mis labios, sabia que a las chicas les encanta.
En medio de mi pequeño y nada preparado discurso por el inicio de las clases, no podia dejar de mirarla, ni ella a mi, lo note en el acto. Me aprovecharía de esto, le gusto.
Miro a los lados esperando que alguien mas se diera cuenta de nuestro juego de miradas, pero nadie estaba interesado en eso.
-Siento que este sera un muy buen año.-Dije por ultimo, mirando fijamente sus ojos y sonriendo.
Solo con mirarla, se que sus mejillas ardieron.
Seria mía.
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Redención.
Teen FictionA veces, llega un momento de nuestras vida en el cual tenemos que tomar una decisión y creemos que es lo correcto. A veces entregamos todo, aferrandonos a la idea de que no recibir nada a cambio esta bien, lo hacemos sin ninguna malicia, lo hacemos...