Capítulo 5. ¡Expreso a Hogwarts, todos a bordo!

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Death is but the Next Great Adventure

Por TheObsidianQuill

Traducción: Alyssa S.

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En el último capítulo: Harry fue al Callejón Diagon. Visitó Gringotts, descubrió su nuevo título y recuperó la llave de su bóveda de su guardián mágico. Luego, se encontró con Draco en Madam Malkin. Al regresar a su casa, Harry le dejo en claro a los Dursley que ya no tenían poder sobre él.

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Capítulo 5.

¡Expreso a Hogwarts, todos a bordo!

Durante el mes que le quedaba para ingresar a su primer año en Hogwarts, Harry regresó una vez más al callejón. Todo lo que compró fueron unos libros que le interesaron, unos conjuntos de túnicas de calidad, y una lechuza blanca llamada Hedwig.

También aprovechó para practicar todos los hechizos que conocía con su varita. El problema de pasar de usar magia sin varita a manejar una, era que todos los hechizos, en un principio, eran demasiado abrumadores. Podían ser más fuertes sí usabas más magia del necesario, pero si le aplicabas poca, sólo terminarías por lanzar unas pequeñas chispas.

Por primera vez, sus parientes y él parecían coexistir en paz. No tenía que hacer sus tareas y podía concentrarse en leer y practicar los hechizos de sus libros mientras sus familiares ignoraban su existencia. Funcionaba perfectamente bien para él, en su caso.

Poco antes de finalizar el mes, Harry había terminado de leer sus libros, practicado los hechizos y notando nimiedades en ellos que ya sabía. El moreno había sentido la diferencia en su magia desde que se había convertido en 'El Maestro de la Muerte', y por ello, la mantuvo contenida la mayor parte del tiempo, sabiendo lo incomoda que podía ser para otros.

Una semana antes de que se fuera, el timbre sonó en la puerta y un puño fuerte golpeó contra esta como un ariete. Siendo el más cercano a la entrada y, al no haber escuchado a su tía hablar sobre una futura visita —porque, de ser así, le habría dicho que permanezca en su armario hasta que se vayan—, abrió la puerta para encontrar a un enorme hombre con rizados cabellos y barba marrón cuyos mechones permanecían muy enredados por toda la extensión que eran estos, llegándole hasta sus hombros. Su ropa parecía desgastada y un poco 'rudimentaria', aunque Harry sabía muy bien lo que era. Demonios, él mismo llevaba ahora una camisa hecha jirones heredada muy amablemente por Dudley, y parecía más un niño que había tomado la ropa de su papá para jugar a los disfraces. El hombre le dio una sonrisa gentil.

—¡Hola, Harry! ¿Te importa si entro? —Le preguntó con voz ronca, observándose inseguro e incomodo cuando Harry no acogió de inmediato a un extraño en su casa.

«—Ah, Rubeus Hagrid. Él es parte del personal de Hogwarts y, si no me equivoco, fue el que te trajo de Godric hasta el Número 4 de Privet Drive la noche en que tus padres murieron. Es un hombre sencillo, pero parece bastante fiel. Especialmente a Albus Dumbledore.» Su compañero le explicó amablemente. Harry ya había imaginado qué, con el tiempo, enviarían a alguien para asegurarse de que su niño que vivió sería capaz de asistir a Hogwarts.

Lo invitó en silencio a entrar y lo llevó directamente al patio trasero, ignorando las miradas afiladas que recibía del resto de los habitantes de la casa. Hagrid se sentó en una de las sillas del patio, la imagen que daba parecía más la de un adulto sentándose en una silla infantil.

—¿Té? —preguntó Harry antes de sentarse cuando Hadrig lo rechazó cortésmente. Tomó asiento frente a él y espero a que el hombre comience a explicar la razón de su visita. Después de unos minutos de incomoda inquietud, Hagrid se inclinó sobre la mesa -cubriendo casi la mitad de ella- para hablarle a susurros, con la intención de que Harry sea su único escucha.

Death is but the Next Great Adventure (Tomarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora