Capitulo 3

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Capítulo 3:

Al día siguiente, mi tía se encuentra desayunando, y me siento a acompañarla.

-Dormiste bien?

-Lo suficiente.

-Hey, que tienes ahí?

Se levanta de forma tranquila y se acerca a mi cuello.

-Como te hiciste esos moretones?

-Moretones?

Le pregunto mientras miro a donde ella apunta, y para mi sorpresa, mi cuello está lleno de moretones.

-Realmente, no sé cómo me los hice.

-Cielos, eres muy despreocupado, ¿y porque estas tan frieron y tan pálido?

-No lo sé.

-Oye, tengo que pedirte un favor.

-Cuál es?

-Necesito que en unas horas me lleves esto a la iglesia.

-Qué es?

- ¿Algunas frutas para los chicos, podrías llevarlas por mí?

No tengo ninguna intención de llevarles ningunas frutas a ningunos chicos, pero no es como si pudiera decir que no, estoy moralmente obligado a decir que sí.

-Claro, lo hare.

-Bueno, me voy.

Dice mientras se levanta y se acerca a la puerta, y un poco antes de abrirla, me lanza una pregunta, no me esperaba para nada eso, aunque era obvio que tenía que preguntármelo alguna vez, casi como si me lanzara un cuchillo, me dice:

-Aun no sabes que es lo que quieres hacer?

Fue tan repentino, y una pregunta de tal nivel requiere un respuesta igual o mejor, así que me preparo mentalmente, le ordeno a las pocas neuronas en mi cerebro que están dispuestas a ayudarme, que me den su mejor tiro, así que, sin saber bien que decir, separo mi taza de café lentamente de mis labios, y como si esa fuera la señal, al dejarla firmemente sobre la mesa, le doy mi respuesta improvisada.

-Lo que quiero hacer, es superar todas las cosas malas, y cuando no haya nada mas que superar, ayudar a otras personas a encontrar su camino.

Mi tía sonríe y se va, y casi como si hubiera burlado a la muerte, doy un largo suspiro, aunque siendo honesto, no tengo idea de lo que dije, pero para ser algo que se me ocurrió en el momento, está bien.

AteoWhere stories live. Discover now