3- el comienzo de mi nueva vida.

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estaba en mi nuevo departamento, por suerte tenia dinero del cuál ahorré por bastante tiempo, luego de haber arreglado todo, me di una ducha, llamé por teléfono a Catalina ya que había quedado bastante preocupada.

-¿alo? Madisson eres tú?

-hola,  sí... quería contarte que deje la casa de el imbécil mal nacido, y estoy arrendando un departamento, cuando quieras ven a visitarme sí?

-por supuesto que iré, ven a visitarme tu cuando gustes, en el parque donde siempre.

-muchas gracias, debo colgar que estés muy bien.

Luego de la conversación con Catalina me dispuse a dormir, desperté algo asustada ya que tenia pesadillas con lo ocurrido sobre el imbécil de mi llamado "tío" eran las 4am, vi una película que estaban dando por la TV y me dispuse a dormir de nuevo. Desperté algo aliviada ya que, me sentí libre de ese maldito infierno en el cual me encontraba. Me levanté y me fui directo a ducharme decidí ponerme un vestido con un encaje en la espalda, unos tacones bastantes cómodos, un collar y unos aros que combinaban a la perfección, fui a una cafetería y hable con el dueño.

-Buenos días, ¿quería saber si existe la posibilidad de que yo pudiera trabajar aquí?  - pregunté amablemente.

-Buenos días, sí queda un puesto debes hacer las órdenes y bueno acaba de retirarse nuestra cajera así que tenemos ambos puestos libres - respondió el gentilmente.

-Existe la posibilidad de hacer ambos trabajos?

-Por supuesto.

-entonces, ¿que tengo que hacer?

-como te explique hacer las órdenes y en este caso pagarte sobre la orden que te pidan.

-muchas gracias, ¿cuando comenzaría?

-mañana mismo sí deseas.

-mañana a que hora?

-a las 8 am.

Decidí ir a comprarme algo de ropa adecuada para ir a trabajar, me compré algunos jeans, chalecos y unas vans. Al terminar me fui a casa, y me dispuse a dormir.

a penas desperté decidí ir a ducharme, luego me puse unos jeans negros, un chaleco color rosa clarito, y mis vans moradas. Ya eran las 7:30 y me dispuse a ir al café, cuando llegué aún no abrían. Me puse a acomodar las mesas, hasta que me gane tras el mesón del cuál se toman las órdenes y donde estaba la caja.

De pronto llega una chica...

-hola, ¿que deseas? pregunté amablemente.

-hola, quiero un café con una media luna.

-¿cuál es tú nombre? - pregunté para anotarlo en aquel vaso y luego entregárselo.

-Sandra, ¿cuánto es?

-son $2.500 - respondí algo pensativa.

Sandra, esta listo tu pedido. La chica se levantó de su asiento y se dirigió hasta a mi para recoger su pedido, me sonrió y me dijo :

-muchas gracias- dijo amablemente.

-no hay de que- respondí algo seria.

Tomé varios pedidos y los entregué, antes de irme, me dirigí a ordenar. Después de que termine, me dirigí dirección a mi departamento. Me puse mi pijama favorito y me dispuse a dormir.

Al día siguiente fui al trabajo, un chico llegó y me pidió un capucchino y se lo di, el chico me observaba y yo no le preste atención. Vi como se dirigía a donde yo estaba, y solo dijo:

al fin encontré el ¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora