5- ¿Confundida?

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No sé que ocurre conmigo, creo que estoy sintiendo cosas por Jack o sólo quiero saber más de él. Hoy por la noche quedamos en juntarnos, espero que sea una genial noche. Caminé hacía la cocina de mi departamento y sentí un ruido de teléfono, corrí a buscarlo y era aquel chico:

-hola

-hola, ¿Qué tal Madisson?

-muy bien,  ¿y tú?

-genial, ¿Estás lista para está noche?

- en eso estoy.

-eres tan preciosa que no necesitas hacerte nada - dijo algo tímido.

-muchas gracias - respondí algo sonrojada.

-adiós preciosa, debo irme, nos estamos viendo.

-adiós, me llamas cuando vengas por mí.

-claro preciosa.

a penas colgué el teléfono me dispuse a darme una ducha, comencé a buscar entre mi ropa que cosa ponerme y opté por usar una falta negra, una polera rosa claro, unos tacos. Me recogí el cabello hacía el lado derecho con una cinta de color rosa como mi polera, decidí usar un abrigo de cuero para que combinará con mi atuendo. Son las 21:00 hrs. Habíamos quedado a las 20:30 hrs.  Pensé en que algo le podía haber sucedido, decidí llamarlo, en eso recibo una llamada...

-¿hola? - pregunté algo curiosa.

-hola, ¿Que tal preciosa?

- ¿Jack?, ¿eres tú?

- claro, hermosa, disculpa mi atraso, tuve un pequeño percance.

-no hay problema.

-estoy abajo esperándote, ¿subo o te espero aquí? - dijo algo tembloroso.

-espérame allí, bajo enseguida.

-está bien, preciosa.

-adiós - colgué rápidamente.

tomé mi bolso, puse mi móvil en aquel bolso retoque mi labial y me dispuse a salir. Tomé el ascensor, aquel chico se veía tan guapo como siempre, su cabello castaño, sus ojos marrones, su chaqueta de cuero, su polera negra, sus jeans, y sus vans negras. Aquel chico era perfecto, me dispuse a acercarme a el.

-hola Jack- dije con una sonrisa, intentando abrazarlo.

-hola Madisson- me dio un abrazo y un beso en la mejilla.

-¿Que quieres hacer hoy preciosa?

-no lo sé, sorprendeme - note como mis mejillas se ruborizaban lentamente.

-vamos, entonces - dijo con una sonrisa en su rostro.

Me tomó de la mano, yo me solté, me miró, me acarició la mejilla, se acercó a mi oído y me susurró : te ves preciosa cariño, ven, súbete al auto. Yo asentí.

Llegamos a un lugar al cuál nunca había visitado, era una casa inmensa, no sabia que decir o que hacer. Y fue el que inició la conversación:

-¿vamos?

-claro.

-espero que te guste y lo pases bien.




al fin encontré el ¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora