Capítulo 46

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N/T: no se si Wattpad ya este notificando, pero para aquellos que no han leído el 45 léanlo antes de leer este xD jajajaja.

Advertencia: Manejo un tema delicado así que disculpen de antemano si los incómodo o se sienten ofendidos.

4 Meses después.

Julio, Londres Inglaterra.

¿Qué estás dispuesto a hacer por amor?

¿Las acciones por amor se justifican?

¿Qué tan malo pueden ser esas acciones para que no sean perdonadas?

¿Algún día ella misma se lo perdonaría?

Abby tenía sus ojos llenos de lágrimas al ver una vez más el mensaje de su celular. Lo dejo caer tomando su cabeza con desesperación.

No, ella sabía que no estaba bien lo que haría.

-Soy un monstruo. Perdóname, no tengo otra salida.- repetía una y otra vez encerrada en el baño de aquel edificio.

La hora de la cita estaba por llegar. Había batallado mucho para lograr hablar con esa mujer y llegar a un acuerdo donde una persona inocente saldría afectada. ¿Pero que más podría ser?

Lo había intentado todo y cuando estaba perdiendo la esperanza de volverlas a ver, esa maldita conversación entre los guardias le dio una brecha de luz. Descubrió la única debilidad de esa mujer. Irónicamente era una muchacha a la que llamaban la bestia, una chica que escapo meses atrás y que no habían podido dar con ella. Quien diría que la única persona capaz de regresarle a sus hijas, para fortuna de ella para desgracia de la ojiverde, sería la misma chica que solo había visto una vez en aquella foto.

Tomo su teléfono y se levantó del suelo limpiando su rostro. Se miró en el espejo por un momento.

-En verdad lo siento.- dijo por última vez antes de salir de ahí.

Titubeante se acercó a la puerta donde dos hombres la custodiaban. Aclaro su garganta tratando de tragar el nudo que había en ella.

-Tengo una cita con la señora Thero.-Los dos se vieron entre sí.

-Espere aquí.- dijo uno de ellos mientras entraba en el despacho. El otro se quedó en el mismo lugar sin inmutarse.

Abby empezó a sentir sus manos sudar. Por un momento se puso a pensar si esas personas cumplirían su promesa. Si al darles la información en verdad le entregarían a sus hijas. Sabia el tipo de gente que eran y ellos podrían engañarla. Pero pensó en el hombre que estaba con esa mujer en ese momento, él había confirmado que conocía a ambas chicas de la foto. Se asustó al sentir que jalaban su brazo ocasionando que se desequilibrara y casi cayera.

-Le eh dicho que me acompañe.- dijo nuevamente el hombre de manera brusca.

-Yo puedo sola.- dijo soltándose del agarre en su brazo. El hombre hizo una señal para que se adentrara al despacho con él.

Tenía un plan. Si todo salía bien podría salvar a esa pobre chica también, su conciencia no la dejaría tranquila si no hacía algo para ayudarla. No tendría mucho tiempo pero esperaba que fuera el suficiente para que una vez saliendo de ahí y ponerse a salvo con sus hijas, les hablaría para ponerlos sobre aviso. Se lo debía.

Marcos se encontraba sentado en el sillón con 3 folders sobre la mesa que estaba frente a él. Tenía una sonrisa ladina en su rostro mientras bebía de su vaso con whisky. Hizo un movimiento con su cabeza en señal de saludo.

Abby asintió y retiro su mirada dirigiéndola a la mujer que en ese momento giro su silla saliendo de manera elegante de ella. Natasha rodeo el escritorio y se recargo en el borde. En una de sus manos tenía una pistola dorada que hizo que el cuerpo de la mujer temblara.

La Bestia (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora