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Liam limpió sus manos con el pantalón negro de su uniforme, y sonrió con emoción al ver como el reloj marcaba justo las seis de la tarde en aquel viernes el cual Liam ansiaba tanto. El castaño se quitó el mandil y entró a los vestidores de la cafetería para dejarlo en su casillero al igual que su placa con su nombre la cual llevaba junto con su corbata y camisa blanca.

Liam llevaba meses trabajado en aquella cafetería, y era impresionante como había llegado al lugar de "Empleado del mes" más de cuatro veces consecutivas en tan solo hacer lo que tanto le gustaba: sonreír.

Algo por lo cual se había ganado el cariño de los demás empleados, incluyendo el de Mike, su amigo de la infancia el cual el había invitado a trabajar con él en su cafetería favorita, cosa a la cual no se negó ya que, aunque la familia de Liam se encontraba bien clasificada económicamente, no caía de más un dinero el cual podría ahorrar para necesidades externas futuras.

Liam se encontraba a punto de terminar de acomodar su camisa y salir del lugar sino fuera por una pequeña mano le tomó por el brazo con timidez y llamó toda su atención. Liam vio como Mike le sonreía con delicadeza y se acercaba tímido hacia él, mientras le soltaba y bajaba la mirada apenado.

—Mike, pensé que ya te habías ido hace una hora. —comentó Liam confundido al no verlo con el uniforme del trabajo.

—¡Lo hice! Pero quería venir a tiempo para preguntarte si estas libre... estaba pensando en invitarte a cenar con mi familia, y también podrías quedarte a dormir.

Liam hizo una mueca—¿Justo ahora? —Mike asintió confundido por la expresión de su mayor—Me temo que no podré Mike, yo bueno tengo algo que hacer, tengo una cita.

—Oh, vaya entiendo Li. Perdón por molestarte, supongo que nos vemos luego. —dijo decaído el pelirosa abultando sus labios y sintiendo sus ojos llorosos—¿Es acaso con Zayn, la cita?

—No creo que sea buena idea...

—Lo sabía. Está bien Liam, espero te diviertas. —le interrumpió aprontando sus puños y saliendo sin despedirse del moreno, dejándole con el pecho doliendo debido al daño que le hacía a Mike; aquel tierno y pequeño chico el cual siempre le apoyaba y daba el amor que se merecía, pero siempre él dejándole a un lado cuando Mike le necesitaba.

Liam sabía que Mike era un chico con un gran corazón, que nunca le haría daño si él le entregaba el suyo tanto como Mike le entregaba el corazón. Sabía que era la persona más asquerosa del planeta por escoger a Zayn sobre él pero, Liam no podía ocultar lo que Zayn le provocaba lo cual no se comparaba para nada como aquel moreno de esponjosos labios que le hacía sonreír como un tonto enamorado, como con cada palabra hacia su persona le endulzaba los oídos o como amaba sentirle cerca y sentirse alguien importante en su vida a pesar de que Liam sabía que para Zayn, él no era nada más que alguien más con quien pasar el rato, le gustaba sentirse importante.

Liam no tardó más de diez minutos en llegar a su casa, en donde al entrar el repentino silencio abundó al no encontrarse sus padres gracias a un repentino viaje de trabajo.

Liam no lo pensó más de dos segundos y corrió a su habitación para empezar a desabrochar su camisa y luego tirarla en algún lugar de la habitación ya que necesitaba estar listo antes de las ocho para cuando Zayn llegara.

Como pudo, trató de en menos de una hora limpiar su habitación y parte de la cocina la cual se encontraba por igual hecha un desastre al no estar acostumbrado a hacer limpieza ya que su madre se encargaba y él no solía preocuparse por ello, más tenía que tener en cuenta que el chico que le gustaba iría a su hogar y necesitaba estar presentable para él.

Luego de pasar una hora y terminar de "Limpiar" por completo, corrió hacia su habitación para tomar una ducha rápida y poder vestirse correctamente para la ocasión. Pero entonces Liam pensó, ¿Cómo se debe vestir un chico para una cita en tu propia casa?

Rompe Corazones (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora