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Iba saliendo de mi armario con el vestido rojo que planeaba ponerme este fin de semana en la mano, y casi se me cae al suelo cuando vi a Tom recostado sobre el marco de mi puerta.

—¿Vas a salir, hermanita?— Me hizo esa pregunta tan estúpida, sabiendo la respuesta.

—Ya sabes a donde voy, y no soy tu hermanita.— Respondí sin mirarlo. Continue dejando la ropa del fin de semana sobre mi cama antes de empacarla.

—Ah si, tu gran fin de semana con el nazi.

—Cállate.

Sonreí, porque me daba completamente igual lo que Tom dijera o pensara de mi novio. Regrese al armario, con la esperanza de que así dejara de molestarme y se regresara a mi cuarto, pero el muy idiota decidió entrar.

—Que lastima. Venia a invitarte a pasar el fin de semana conmigo en la casa de playa. Estoy seguro que sera mas divertido que estar con el nazi.

Salí del armario y empece a empacar la maleta.

—Muy tentadora tu oferta, pero tal vez la acepte en otra vida.

—¿En serio vas a desperdiciar esto con el?— Pregunto mientras alzaba un pedazo de lenceria que estaba a punto de meter en la maleta. Recien lo habia comprado. Me habia costado una fortuna, pero ver la cara de mi novio cuando me lo viera puesto haría que valiera cada centavo.

—No creo que estar en la cama con mi novio durante todo un fin de semana sea un desperdicio.

—¡Ay, por favor! ¿De verdad quieres que crea que tu y Esteban tienen buen sexo?— Se burló.

—Pues sí.

—No creo.— Soltó una carcajada. —Recuerda que mi cuarto esta aquí a lado y yo escucho todo. Valerie, hasta yo finjo un orgasmo mejor que tu.

—Vete al diablo.— Le tiré una almohada con todas mis fuerzas, pero el la atrapo. —¡Y deja de espiarme, pervertido!

—Yo solo digo la verdad.— Respondió con esa sonrisa que tanto me hacía enojar.

—¡Mira quien habla! El que se acuesta con la primera escoba con patas que se le pare en frente y lo llama 'sexo increible'.

—Si, sexo. Solo eso. Al menos no ando por ahi fingiendo y jugando con los demás. Dejo las cosas claras desde un principio.

—¿Que quieres decir con eso?— Dejé de empacar para mirarlo mientras daba su respuesta.

—No finjo sentir amor, cuando se que voy a terminar cogiéndome a alguien mas.

Quede boquiabierta. ¿Quien demonios se creia para hablarme asi? —Yo no-

—Que no se te olvide que yo duermo aquí alado.— Me interrumpió, apuntando en dirección a su habitación. —Y se que cuando tu novio perfecto no te satisface, sales corriendo a buscar a cualquier otro que si lo haga. Esa es la diferencia entre tu y yo. Yo no finjo sentir amor, tu sí.

—Te equivocas.

—¿Que te hace pensar que el no te esta haciendo lo mismo a ti?

—Esteban nunca lo haría. Me ama. Le doy todo lo que quiere, y mas. No tiene necesidad de buscarse a otra.— ¿O si?

—¿Estas segura, Valerie? ¿Y si no eres tan buena en la cama como piensas? Digo, ¿como puedes estar segura?— Con cada pregunta se iba acercando mas a mi.

Ya sabía lo que estaba tratando de hacer por que era algo que había estado intentando desde que vivimos bajo el mismo techo. Usualmente no le seguía la corriente, pero esta vez quería jugar un poco con el. A ver si asi aprendía a no meterse conmigo. 

Confesiones.Where stories live. Discover now