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Cuando el palacio se alzó por completo el color azulado del mar se oscureció a un casi negro. Eliel tarareaba mientras abrazaba el esqueleto de su difunto hermano, veía el rostro de su hermano mayor sonriéndole.

***

Atenea y Flame se encontraban en una carretera medio destruida por el mar, ahora la ciudad se había convertido en una nueva playa.

—Nea...el mar esta...—dijo Flame al notar el color oscuro del mar.

—Cierto—dijo Atenea poniendo un píe en el agua—No se puede ver nada, será imposible nadar sin chocarnos con algún resto de edificio o cadaver.

—Igual hagámoslo.

—Pero recuerda el remolino, nos absorberá y no sabemos lo que hay dentro de ella.

—Somos inmortales lo menos que nos pasará será un dolorcito, vamos—Flame comenzó a caminar metiendo su cuerpo cada vez más en el agua, de repente su cuerpo se hundió de golpe.

—¡Flame!—la diosa corrió al agua y Flame salió del agua mientras se reía.

—¿Ves? No tienes porque temer.

—¡Tonta! ¿Que le hubiera dicho a Ares?

—Que eso le pasa por no haberme dejado tener un arma.

Atenea rodó los ojos y comenzó a nadar, Flame la siguió y nadaron hasta que no sintieron ni vieron edificios, solo agua. De repente ambas comenzaron a ser arrastradas, el remolino, comenzaron a dar vueltas y vueltas hasta que su cuerpo se hundió.

Ambas sintieron como su cuerpo caía lentamente, estas tenían los ojos cerrados.

—Vaya, Opídis nos llegaron dos sorpresas—dijo Medusa mientras miraba como Flame y Atenea caían sobre los cadáveres.

Las diosas abrieron los ojos y vieron que el agua de ahí era clara, Eliel miró desde su trono con el esqueleto de su hermano sobre sus piernas a las dos mujeres con asco.

—Métanlas en jaulas separadas serán un buen cebo—rió Eliel.

***

Esta mañana la isla de las Maldivas quedó ahogada bajó este extraño océano, los habitantes fueron desalojados a tiempo.

El caos en Mexico va a peor, otra gran ola arrasó el 80% de la ciudad dejando a mas de 10000 ciudadanos sin hogar y heridos, 300 en estado grave, 45 desaparecidas y 20000 muertos.

Ashton apagó su móvil y suspiró junto con los otros dioses.

—Esto va a peor, el mundo se convertirá en un océano en cuestión de días—dijo Hefesto.

Un siseó sonó y los presentes miraron a Dominik el cual siseaba a una mujer que acababa entrar. Medusa.

—Vaya, un chico serpiente.

—¿Que haces aquí?—preguntó Zeus.

—Tranquilos solo vengo a dejaros esto—Medusa lanzó el casco de Atenea a la mesa y la orquilla de oro y joyas que Zeus y Cees le regalaron a Flame por su cumpleaños.

—Os dije que algo pasaba, que tardaban demasiado en llegar—dijo Ares mientras apretaba los puños.

—Solo vengo a deciros que están bien, Opídis esta cuidándolas.

Los dioses miraron a la mujer boquiabiertos y sin habla.

—¿O-Opídis?—preguntó Hermes.

—Si, Opídis, él dueño de los océanos.

—El causante de estas catástrofes—dijo Apolo.

—Yo no lo llamaría catástrofes, además el juró vengarse de todos ustedes, incluido semidioses—Medusa se dio la vuelta y salió del comedor mientras las serpientes de su cabello siseaban.

—¿Que es Opídis?—preguntó Saul.

—Opídis es una muy poderosa criatura, la cual era mascota de Pontos el antiguo dios del mar, ambos murieron en la batalla de los océanos, pero...

—¿Se reencarnó o se escondió?—dijo Hermes.

—Quizás, debemos ir al palacio de Poseidón estando aquí no hacemos nada—dijo Zeus—los semidioses debéis quedaros.

—¿Y si Opidis o Medusa intentan atacarlos?—preguntó Ares.

—Cierto, que vayan con nosotros también , preparen sus cosas, nos vamos esta misma noche—Zeus miró a Ares el cual miraba el casco y la orquilla con preocupación —son fuertes, estarán bien

My greek God: Opídis ⚣  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora