All Good Girls Go To Hell | Nick Scratch

Capitulo 4. Hurt People

Entramos a una sala oscura. Nick murmuró unas palabras en latín y las lamparas de las paredes comenzaron a encenderse de una en una alumbrando la penumbra de los corredores. Al centro de la habitación se encontraba una estatua de piedra gigante de una deidad de un chivo portando una corona de espinas.

Antes de que pudiera hacer una pregunta Nick me tomó de la mano y me empezó a guiar por un laberinto de pasillos. Las demás personas de la academia nos miraban intrigados, pero ninguno se acercó a nosotros. Nick se detuvo ante la ultima puerta del pasillo y la golpeó un par de veces antes de entrar.

—¿Sumo Sacerdote? —Nick hizo una pausa ceremoniosa antes de entrar. —He regresado de mi misión al mundo de los mortales.

Nick colocó una mano en mi cintura y me empujó suavemente para que entráramos. Era una habitación extraña, tenia todo el aspecto de ser la oficina de un decano de universidad, si el decano en cuestión fuese Drácula y la universidad estuviese en Transilvania. Los estantes de las paredes estaban llenos de libros empolvados y experimentos bizarros, y casi todas las superficies estaban adornadas por intrincados diseños de telarañas. Frascos extraños brillaban sobre el suelo de la habitación pero tuve miedo de fijarme con atención que era lo que contenían.

Sentado en un lúgubre escritorio de caoba oscura había un hombre leyendo de una enciclopedia gigante, cuyo separador tenia aspecto de estar hecho con derbis humana e incrustaciones de oro. Sobre la mesa descansaban pergaminos con dibujos y diagramas del cuerpo humano, y a pesar de que los estaba moviendo invertidos era obvio que no se trataban de rituales pacificos.

—Nicholas Scratch, ¿quién es tu acompañante en esta noche no santa? —El señor del escritorio hizo un gesto para que tomásemos asiento.

—Padre Blackwood, ella es Dahlia Periwinkle. Ella es. . .

—Una no-bruja —lo interrumpió el Sumo Sacerdote cerrando el libro y mirándome con mucha atención. —No es una bruja y sin embargo la has traído aquí. ¿Por qué?

—Dahlia tuvo un encuentro con Asmodeus cerca del Bosque Espectral hace un par de noches.

—¿Y tu interviniste? —El Padre Blackwood frunció el ceño como si le molestase la idea de que Nick me hubiese salvado.

—No fue necesario. Cuando llegué a ella el demonio ya había sido ahuyentado.

—¿Realmente esperas que crea que una simple humana sobrevivió a una reunión con uno de los príncipes del infierno? —Padre Blackwood alzó una ceja despectiva en dirección a Nick.

—Es por eso que me acerqué a ella —explicó Nick. —Al principio creí que podría tratarse de una bruja errante, pero al parecer ella no sabe absolutamente nada sobre el mundo de la magia.

El rostro de Blackwood era una mascara indescifrable. Escuchó el relato con completa indiferencia, y una vez que terminó cambió la atención de su intimidante mirada de Nick hacia mí. Yo no tenia planeado dejarme amenazar fácilmente, así que cuadré los hombros y le regresé la mirada con la misma intensidad. Un oscuro destello cruzó sus ojos, y casi pude ver cómo estos se le iluminaban con una revelación. Blackwood hizo una pausa calculando su siguiente movimiento, y fue entonces cuando tuve la certeza de que él sabia algo que no tenia intenciones de compartir con nosotros.

—¿Y cómo es que esta chica terminó cerca del pentagrama de un demonio mayor? —El cambio deconversacion tan drástico que había hecho Blackwood me hizo pensar que estaba tratando de desviar nuestra atención hacia otro tema. ¿Pero qué era lo que él no quería que yo notara? —¿Acaso tu no estabas practicando ejercicios de conjugación de nivel 5 la semana anterior, Nicholas?