Si no se va...Creo que deberíamos ir al consultorio de el doctor Kim SeokJin, dijo una de las madres de JiMin
-¿No crees que sería mejor resolverlo aquí, en casa? Ya lo molestamos demasiado en un lapso de tiempo demasiado corto... Por así decirlo. Además, no es algo tan complicado.
JiMin solo se disponía a escuchar. ¿Que otra cosa haría sino? Sus mamás hablaban lento pero alteradamente, lo que no demuestran lo siente por el vínculo maternal. A JiMin nada se le escapaba, gracias al desgraciado vinculo. Como lo odiaba. Aunque si se ponía a pensar, o tratar ya que seguramente terminaría divagando. Bueno si se ponía a pensar le servía en ocasiones. Por ejemplo, cuando el sabía que había hecho algo mal o de lo que se arrepentiría, por ejemplo esa vez que se fue de su casa olvidó avisarle a alguna de sus progenitoras, y sobre eso llegó tarde, por el maldito vinculo sintió su enojo, por eso se fue a dormir a casa de su mejor amigo Kookie, el sermón lo recibió de todas formas, pero fue más leve que si se lo hubiesen dado en el momento. La ira disminuyó conforme pasó el tiempo. Solo para eso le servía.
Seguro de preguntarán que pasó. Es simple. No se va. A JiMin, la calentura no se le va. Y todo empezó así;
- JiWoo...trae mis supresores.
- Está bien, ¿donde los dejaste, amor?
- Tendrían que estar en mí bolso, en el compartimiento de la izquierda.
Su madre empezó a buscar el medicamento antes mencionado. No lo encontró a lo que empezó a musitar quejas - ¡No hay más supresores!
-¿Como que no hay más? Apenas la semana pasada compré unos.
-Oh... Entonces... Los supresores que tomé, ¿Eran tuyos?
- Dime de qué color eran JiWoo...
- La caja era verde con blanco y letras pequeñas en amarillo.
- DOS MESES JIWOO. YA TUVISTE TU CASTIGO HACE ALGUNOS ATRAS, NO CREO QUE QUIERAS ABSTINENCIA DOS MESES MÁS.
- ¿Dos meses de que Mami?- preguntó JiMin sin entender a lo que se referían con ABSTINENCIA.
- JiMin, no interrumpas en las conversaciones de mayores. Es de mala educación.
- Solo preguntaba...
- Bueno JIWOO, creo que DEBERÍAS, ir con Chim a buscar supresores nuevos, unos para mí, exactamente iguales a los que te tomaste y unos para Chim, verifica que sean para omegas y aptos para menores de catorce años.
- Está bien.
- Toma, cuestan un poco caros- Dijo entregando unos cuantos billetes a su compañera.
- Oh, no, no podría...yo los pago, mí amor.
En eso SooHyun se acerca cada vez más y la empieza a abrazar por el cuello, bajando sus extenciones hasta su cadera y darse un largo beso, sin ruidos obscenos o lenguas de por medio apenas unos simples roces de labios mezclados con sus respiraciones chocando una en contra de la otra. Demostrando que a quince años de relación el amor sigue fluyendo como el primer día, quemando con la misma llama, las caricias siguen brindando el mismo calor y escalofríos que la primera vez, dejando la piel arder con cada toq- Mamás, estoy aquí.
- Sí, sí, está bien vamos Chim- agregó su progénitora con irritación por el gran momento romántico arruinado mientras se acomodaba las sudadera antes de partir hacia la farmacia del centro de la ciudad. Fueron en auto, no querían riesgos en el primer celo.
Una vez hubieron llegado su madre encontró a un viejo amigo de la universidad.
- ¿Cómo has estado Zico?
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Entre cristales (NamMin)/ portada hecha por mí
RomanceLas personas son iguales a un martillo según cual sea su función, puede destruir de la misma manera que reparar. Según por dónde lo tomes. Según para que lo uses. Ese era el pensamiento de Park JiMin un adolescente Surcoreano con un extraño transtor...