Íbamos caminando por las calles del centro de Londres. Habíamos desayunado en Starbucks, nos encantaban las tartas de ahí. Si Carey y yo estábamos juntas... no podíamos parar de comer. Charlamos sobre lo suyo con Dylan, decidió que iba a dejarlo, pero el fin no iba a ser tan doloroso; ya que no sentían lo mismo el uno por el otro. Cuando salieramos todos, le dejaría y quedarían como amigos al final de la noche. Seguramente los dos querìan aprovechar la última noche juntos en nuestra discoteca de los Viernes. El Sábado era el plato fuerte, era el día en el que todo el mundo salía trás una larga semana de universidad. Así que aprovecharìa el Sábado para ver a más chicos...
Carey y yo entramos en una pequeña tienda de ropa. Nos probamos vestidos y nos decidimos por unos tacones negros. Siempre coincidiamos en la ropa, nos la comprábamos juntas y tenìamos el mismo gusto. Nos encantaba salir vestidas igual y comprarnos casi lo mismo.
-Aubrey cariño no quiero ponerte de los nervios pero, ¿aquel que veo a lo lejos no es Robert?-no veía muy bien de lejos y caminé más rápido para ver si era él.
-¡Aubrey! - dijo Robert al verme.
-Hola Robert, ¿qué haces aquí? Perdón esta es Carey, mi mejor amiga.- nos saludamos y empezó a charlar con Carey.
-Después de ir a tu casa, intuí que vendrías al centro y aquí estoy. La verdad que vine para encontrarme contigo... y oye, que las cadualidades no existen- se puso un pelín colorado, solo un poco JAJAJAJAJA
-Oye Robert le das a entender a mi mejor amiga que te estás colando por ella, pero necesita estar lejos de los tíos. No la quiero volver a ver sufrir, podéis quedar como lo que sois, vecinos. ¿De acuerdo? Eres bastante guapo, esta noche saldremos con nuestros mejores amigos y uno de ellos, el que será mi ex novio. Así que yo estoy libre Robert... mañana puedes venirte- no podía parar de reír, a Carey le había gustado Robert, y me quitó del medio. La verdad que se lo agradezco, me conoce como a la palma de su mano y sabía que yo con ese chico no iba a querer nada. Además este chico me vigilaba y empezaba a agobiarme.
-De acuerdo señorita Perfecta, Aubrey es preciosa pero si lo dices... quedaremos como 'vecinos'. Y esta está claro que saldré con ustedes cuando queráis, oye tienes unos ojos muy bonitos Carey...
-Oye os dejo, voy a entrar en esa tienda, ahora vuelvo chicos!
Al lado de donde charlábamos había una tienda de fundas de móviles, decidí entrar y dejar a estos dos ligones solitos.
Me compré una funda de un cerdito (awwww la funda era súper adorable vale? :33) Y le compré una exactamente igual a Carey. Le iba a encantar, lo sé.
Al salir de la tienda había un muchacho increíble, GUAU... y esta vez me daba igual volver a enamorarme, dios, era realmente guapo.
Me sacaría dos o tres cabezas, tenía el pelo castaño y unos ojos entre verdosos y grises. Me miró y me sonrió. No me di cuenta de que seguía mirándole desde que salí de la tienda. Tenía una dentadura blanquísima y una sonrisa perfecta. Me puse colorada, estaba un poquito embobada.
Aubrey venga, vamos, esto es demasiado, parece un ángel del cielo esos que se ven poco; sal de aquí como sea. Me dijo mi conciencia.
Bajé las escaleritas que daban a la calle y salió corriendo, me miró y nos chocamos; caimos al suelo. No podría irme mejor... voy a salir de ahí y va y me caigo encima de él. En fin... creo que me estaba empezando a gustar. ¿Qué cosas estás diciendo Aubrey? Si no lo conoces chica.
Podría llevarme toda la vida contemplando esos ojos. Dios, eran preciosos. Estaba encima de él y no era un momento incómodo... al contrario. Decidí levantarme y me dió el bolso que había tirado al suelo, me dedicó una sonrisa y se fue a un portal que supongo que era su casa. O de la novia. Pero que zorra la que le tuviese.
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Sin instrucciones.
RomanceY que la vida a veces, de un día a otro cambia a mejor. La vida de Aubrey da un giro inesperado. Porque vivir en Londres, puede ser magnífico. 'me gusta vivir la vida sin instrucciones, sin importancia a lo que digan' Aubrey.