Jeon Jungkook
— ...y yo solo le dije "¡Me parece perfecto maldito hijo de puta!" —abrí los ojos de más y alcé las cejas divertido— él se enojó y me dejó el ojo morado... la verdad no era mi intención llamarlo de esa manera pero no estaba en mis cinco sentidos, él realmente me sacaba de mis casillas... —reí y negé levemente.
Me encontraba cómodamente sentado en un sofá con los pies sobre una silla mientras jugaba girando el rosa trapo de limpieza en uno de mis dedos. Los estruendosos relámpagos azotaban de vez en cuando en el cielo mientras la lluvia lo hacía en los cristales de las ventanas, pero no podría importarme menos.
— Y ustedes dos realmente me sacan de mis casillas, —habló mi tío empujando la puerta de la cocina y saliendo de ella para dirigirse a nosotros. Rápidamente bajé mis pies de la silla y me levanté de mi lugar para fingír estar concentrado tallando la mesa frente a mí— Jungkook ya habrías acabado de limpiar esas mesas si no estuvieras bombeando con el tarado de mi hijo que debería estar haciendo cuentas. —lo miró acusador.
— Lo siento, Namjoon me estaba poniendo al día sobre su divertida vida...
— Ya tuvieron dos semanas, aparte pueden salir cualquier otro día, Namjoon deja a tu primo descansar ¿Qué no ves que tiene que llegar temprano a su casa para dormir e ir a la escuela?
— Yo también voy a la...
— Pero Jungkook tiene que caminar cuatro cuadras y tú no, ya deja al pequeño, debe de estar tan agobiado,—asentí haciendo un falso puchero a Namjoon quién me miró con ojos entrecerrados— Y tiene que ser duro el cambio, la adaptación, anda... imagínate vivir solo a su corta edad, ni siquiera tú lo habrías hecho.
— Bueno suponía que a mi padre le gustaba vivir conmigo. Aparte, ya está grande.—se quejó indignado.
— Bueno, tengo que ir a cerrar las puertas. —dijo mi tío y se fué rápidamente ignorando mundialmente a mi primo.
— Al parecer le encantaría vivir solo. —reí.
— Al parecer aún te quedan la mitad de las mesas. —rió dándome una palmada en la espalda mientras caminaba a la cocina.
Después de acabar con todas las mesas y despedirme de mi jefe/tío salí del local recibiendo la helada agua en mi rostro junto al fuerte viento que desacomodó mi cabello impidiéndome ver. Me encogí llevando mis manos a los bolsillos de mi sudadera y caminé rápidamente hasta mi edificio unas cuadras más arriba.
— Buenas noches. —saludé al llegar a la anciana recepcionista con una sonrisa y cabellos goteando de agua antes de subir por las largas y blancas escaleras dejando tal vez solo un poquito de desastre.
Saqué de mi bolsillo trasero las pequeñas llaves plateadas mientras taradeaba una canción que ni siquiera conocía, tal vez la había escuchado durante el día...
Entré a mi limpio y no feo departamento, (al menos no para mí) y lo primero que hice fue quitarme la mojada sudadera para seguir con mis pantalones y luego dirigirme al baño; si algo sabía era que después de mojarte en la lluvia tienes que bañarte si no quieres cachar un resfriado.
Luego de tomar un caliente baño y vestirme con mis cómodas y calentitas pijamas me acosté sobre el sillón y encendí la televisión, vaya que mi mamá tenía razón al decirme que acá haría mucho frío. Cambié aburrido los canales al tiempo que miré mi reloj, para ser miércoles era temprano, las ocho veinte, pero sí que estaba cansado. Suspiré y volví la vista a la TV, telenovelas, caricaturas, programas, ¡Oh, amaba esto! Ya saben, esos infomerciales dónde te venden productos sin importar que tan estúpidos sean.
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Black Eyes ||KookV||
FanfictionJungkook acaba de mudarse debido a sus estudios. Sin embargo necesita un empleo para ganar dinero, pronto termina siendo un cajero en el local de su tío. Entre los clientes frecuentes hay un chico de piel acaramelada y preciosos ojos negros que lo m...