Capítulo 9.

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AÑO 2013.

Cogí una toalla y envolví mi pelo en ella. Segundos más tarde me deshice de la toalla y me percaté de que algunas gotas se habían quedado en ella como cualquier niño que no se quiere separar de su madre o un animal que no se separa de su dueño. Terminé de peinarlo y me puse un conjunto mayoritariamente beige y bastante casual. Cogí un gorro granate y guarde ahí la mayor parte de mi pelo que estaba recogido en un moño.

Salí de mi pequeña y poco acogedora casa y empeze a caminar. Donde el viento me llevara. Sin destino definido. Solo oía las hojas crujir bajo mis botas negras. No podía ver mis manos pero sabía que estaban agrietadas a causa del frío o a causa de todas las horas de trabajo que manejaban cada día de la semana. Llegué hasta un banco. Necesitaba respirar el aire puro de la calle y no el aire turbio de mi casa. Saqué mi teléfono y vi mi nariz tornarse roja a causa del frío. Me gustaba la tranquilidad que sentía allí.

"Estoy en la ciudad! Quiero verte ahora mismo así que te espero en la taberna de la calle principal. Marie x"

Sonreí al leer el mensaje de mi amiga pero no fue una sonrisa del todo clara ya que escondía mucha tristeza. Estaba deseando de ver a Marie. Hacía al menos dos años que no la veía y agradecía mucho ese gesto. Yo seguía en Islandia y no volví a regresar a Wolverhampton. Nunca más. Estuve trabajando en España unos meses cuando cumplí los veinte años. Con Marie hablaba muy esporádicamente pero esta vez se había acordado de llamarme.

Empujé la puerta suavemente. Visualicé el interior de la taberna y vi a Marie en el fondo de ésta con su móvil. Me froté las manos y empeze a avanzar hacia ella. Puse mi mano en su espalda y ella se giró rápidamente. 

-¡Alice pero mírate que grande estás!- Dijo levantándose al instante y haciéndome girar sobre mi misma.

-Marie tu estás preciosa.

Nos sentamos en la mesa y empezamos a hablar de todo un poco. El camarero se acercó y poco después trajo las dos bebidas que habíamos pedido.

-¿Y tienes novio?- Dijo en tono pícaro y unos calores empezaron a recorrer todo mi cuerpo.

-¡Tienes novio!- Dijo en un tono bastante elevado. Me abalancé sobre ella y le tapé la boca. Marie no había cambiado. Seguía igual de alegre y charlatana.

Marie había cambiado muchísimo físicamente. Había crecido mucho hasta llegar a mi altura. Los ojos se le habían aclarado y el pelo lo tenía demasiado largo. Sinceramente, si me la hubiera encontrado en cualquier otro sitio no la hubiera podido reconocer.

-¡No tengo novio!- Grité y la mayor parte de la taberna se giró hacia nosotras haciendo que mis colores aparecieran de nuevo.

-Yo tampoco.- Dijo tranquilamente mientras que miraba al otro lado como si nada hubiese pasado. Me acomode el pelo hacia un lado. La puerta sonó indicando que había una persona que quería entrar. Por esta entró un chico moreno de ojos claros y se fue hacia la barra. Miré a Marie de nuevo y esta ya se lo estaba comiendo con la mirada. Solté una carcajada y ella hizo lo mismo.

-¡Pero te tienes que echar novio! Voy a estar aquí al menos dos semanas, te podré conseguir algún novio que otro.- Dijo ella tranquilamente. La verdad que el tema de tener novio era lo que menos me preocupaba por ahora. Asenti aún sabiendo que no la iba a dejar que me consiguiera ningún novio y la morena sonrió victoriosa.

-¿Y dónde te vas a quedar?- Marie se incorporó y se acercó más a mí.

-De eso te quería hablar... Mira, se que no estas pasando por uno de tus mejores momentos pero te pediría por favor que me dejaras quedarme en tu casa Alice por favor, también me gustaría ayudarte en todo lo que pueda. Mírate, tienes 21 años y llevas vida de una mujer adulta.- Mis ojos empezaron a escocerme. Sabía de sobra que la vida que llevaba no era la de una típica adolescente pero no podía hacer otra cosa, tenía que ayudar a mis padres en todo lo que pudiera. Marie vino a abrazarme.

-Está bien.- Dije y me susurró un "gracias" casi inaludible. Marie se sentó encima de mí y empezó a hacerme cosquillas, me levanté de la silla y el chico que antes había nombrado empezó a reír mientras nos miraba. La taberna estaba casi vacía excepto por aquel chico.

La puerta volvió a sonar pero no pude oírlo por las elevadas carcajadas de Marie.

Marie se paró en seco y fruncí mi ceño ¿qué le pasaba ahora a esta? vi que algo en ella iba mal.

-Mira Alice, ese es Liam Payne.

Holaaa! Pues aquí tenéis otro capitulo. Espero que os guste y votado por favor que no cuesta nada darle a la estrellita.

AVISO. 5 votos o más y sigo.

Everything has changed. Liam Payne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora