Capítulo 4

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Diane:

Fue la mejor noche de todas. Mantuve una conversación con Nicolas Di Angelo. Fue inexplicable, me sentía tan feliz...

Fui al estacionamiento donde se encontraba Alice. Ella me estaba esperando.

-¿Qué te pareció Nicolas Di Angelo? - me preguntó apenas entré al auto.

-Fue inexplicable.

-Bueno... te llevo a casa

-Claro, necesito dormir.

-Vamos.

Al llegar a casa mi madre estaba en el sillón de la sala esperandome.

-¿Qué pasó? ¿Por qué no viniste a casa en la tarde?

Le expliqué lo sucedido. Mi madre dijo que no me preocupara por Steffani, y que no me dejara vencer tan fácilmente.

Luego de su sermón, comimos pizza, la de peperoni, mi favorita. Después fui a cama a dormir. Estaba tan conmocionada que no puede conciliar el sueño inmediatamente, sino después de una hora.

A la mañana siguiente volví a usar mi uniforme, amarré mi cabello con una colet azul, tomé mi mochila y salí a esperar a Alice.

Alice, como siempre, llevaba su cabello rubio sujetado con un lazo azul. Sus ojos estaban cubiertos por unas gafas de sol. Su auto, a la luz del sol, se veía increíble.

-¿Vamos? - me preguntó mientras me adentraba en el auto

-Vale.

En el camino íbamos comentando cosas sobre el concierto, ella había quedado encantada con Percy Jackson. Mientras que yo solo pensaba en Nicolas di Angelo.

Alice terminó de estacionar y yo fui directo a mi casillero. Saqué mis cuadernos de la primera hora. Steffani no se había aparecido, lo que era buena señal.

Las clases transcurrieron rápido, todo genial, hasta que llegó la salida y todo mejoró.

Guardaba mis libros en mi casillero. De pronto escuché unos tacones acercarse por el pasillo, adivina quien era, era Steffani Moore, la porrista. Sus secuaces la seguían y todas me rodearon, pero no se me acercaron, formaron una media luna acorralándome en mi casillero.

-Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí, pero si es la ratita de biblioteca y su amiga la deportista... - La porrista se nos acercó y tiró mis libros al suelo, no me dio tiempo de recogerlos, pues un chico, más rápido que yo los recogió y me los entregó.

No podía dar crédito a lo que ví, era inceíble, era Nicolas di Angelo. Aquella superestrella que había visto una vez en mi vida me había recogido los libros. Podría jurar que si no hubiese nadie más, me hubiera desmayado de la emoción.

-Se te cayó esto - Nicolas tenía mis libros en sus manos, yo tomé mis libros cuidadosamente.

-Gra-gracias - Era lo único que podía decir, era demasiada la emoción.

-¡¡¡¡OH POR LOS DIOSES!!!! - empezó a chillar Steffani. - ¡¡¡¡Eres Nico Di Angelo!!!!

-Sí.... eso ya lo sabía... - Nicolas rodó los ojos y me miró. - Ayer olvidé devolverte tu bolígrafo. Gracias - me entregó el dichoso bolígrafo.

-No fue nada. - le dije

Las secuaces de Steffani rodearon a Nicolas pidiéndole fotos y autógrafos, pero él las rechazó y se acercó a mí. Él me rodeó la cintura con su brazo, me sonrió y me susurró que le siguiera la corriente. Él se giró hacia las amigas de Steffani.

He is MY SuperstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora