Noir (YOONMIN)

07

Suspiró haciendo que las piernas del menor se enredaran en su cintura, completamente fascinado que alguien pueda causar dichas reacciones en él  si bien era cierto que se había prácticamente deleitado con la personalidad del de mejillitas rosadas y cabello rubio, pero nunca había visto este lado de él, verlo tan necesitado de cariño le hacía pensar que lo necesitaba, él era como una especie de niño que moría por ver y atraer.

—Joder Yoongi—susurró cuando sintió los largos y fríos dedos recorrer la fina tela de su bóxer, para después  desprender aquella camisa de su cuerpo, completamente fascinado por como se movía y sobretodo por el placer que su simple tacto le daba.

No iba a mentir Min era un hombre extremadamente extraño, realmente no entendía con exactitud porque hacía ese tipo de actos pero lo que más le fascinaba era tener en su mente las huellas de su cuerpo.

—Shush amor ¿qué pasa?—de cierta manera el de ojos gatunos se burlaba de la necesidad del menor, ver como lloriqueaba por la necesidad de contacto simplemente le ponía en todo sentido, podría jurar que anhelaba su cuerpo siempre con una necesidad desbordante.

—¿lo quieres dentro ya?—susurró mientras buscaba el lubricante y vertía una buena cantidad sobre su longitud; le resultaba interesante como el menor había duplicado el tamaño de sus ojos al darse cuenta de la longitud y grosor de su polla, y eso lo había calentado incluso más.

El menor comenzó a balbucear cosas incomprensibles, asintiendo frenéticamente con la cabeza.

—Lo siento ¿que?—sonrío el rubio—si no me dices me temo que no sabré que es lo que deseas que haga amor—dijo antes de pasar la punta de su miembro por todo su anillo latente.

—PORFAVOR—gritó Jimin antes de prácticamente atragantarse con las palabras al sentir que ni bien termino de decirla y ya se encontraba con todo el miembro del mayor en su interior, inevitablemente soltó un gemido, tapándose el rostro con las manos.

—¿Bebé quién te ha dicho que te cubras?—río tomando aquellas manos y colocandolas sobre su cabeza—quiero verte, cada una de tus reacciones—cada que hablaba iba aumentando el movimiento de su pelvis dando fuertes estocadas en su interior fascinado por el hecho de que apretaba tan bien su longitud que se le hizo imposible reprimir sus gemidos.

—YOONIE—hipeó el menor sollozando por las fuertes estocadas en su interior , en un momento determinado se halló así mismo auto penetrándose con su polla,  fascinado por como se adentraba completamente en su interior, pasando realmente brusco entre sus estrechas paredes.

—Joder sigue así—tomó fuerte sus cabellos, ajustando el agarre,  fascinado por sus sollozos—Mierda eres un puto necesitado—sonrío al saber que de cierto modo aquellas palabras lo habían excitado aún más.

Con que tienes un fetiche por las palabras obscenas bebé... cada vez me encantas más.

—Joder me vengo—balbuceó entre cada estocada a lo que Yoongi respondió con traerlo más a su cuerpo y elevar sus piernas.

—Quiero que me mires, a los ojos bebé—susurró cerca de su oído—y si no logro verte como deseo te cogeré hasta que me canse.

Jimin prácticamente babeo debido al placer, sus nudillos se volvieron pálidos al agarrar tan fuerte la sábana debajo de su cuerpo y la espalda de Yoongi ardía debido a los largos zarpazos que el menor le había dado.

Lo gracioso aquí es que tu maestra acaba de morir y a ti te importa más mi polla que su estupida muerte... joder cada vez me convenzo de que debemos estar juntos.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de ambos acompañado con el calor familiar en su abdomen, sabiendo que se correrían en cualquier momento, y en efecto tal como predijo Yoongi el menor se terminó corriendo a chorros, siendo un escenario completamente caliente pues el miembro no tuvo necesidad de ser tocado para alcanzar su punto de quiebre. y para yoongi fue un placer correrse en aquellas estrechas paredes que lo apretaron y retuvieron hasta que se llenó por completo.

Dentro de unos minutos se encontraba Jimin entre los brazos de yoongi, aspirando su aroma, acariciando sus brazos y besando sus labios.

—Me gustas—susurro Jimin con un poco de vergüenza debido a la respuesta previa que había recibido pero presentía que esta vez tal vez la respuesta fuera distinta.

—tu a mí—mí sonrió Yoongi, un poco enternecido por la hermosa imagen que el menor le brindaba.

En aquel tierno momento quien pensaría que Yoongi estaría planeando formas para demostrarle a su pequeño bebé como acompañarlo, seguir una vida de criminal y saciar cada uno de sus deseos, pero aún no estaba listo, tendría que probar al menor de una manera muy fuerte y tan sólo cuando su temple fuera probado, sabría con exactitud si podría llevárselo consigo.
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Algo en su mente no lo dejaba descansar, cada que cerraba sus ojos lo veía, veía manchas de sangre, órganos tirados por todo el piso, la ciudad había pasado varios días tranquila desde la muerte a manos del famoso August, pero eso no sería por mucho, se levanto con cuidado de no despertar al pequeño a su lado, buscó su maleta y salió con toda la discreción posible, bajó rápidamente con dirección al bosque, su escenas favoritas sucedían ahí, y sin más asesino a sangre fría a su primer oponente, un hombre alto de aproximadamente cincuenta años lo miraba con aquel magnifico brillo

—¿Estas seguro de esto Yoongi?— susurró hoseok quien lo había acompañado a aquella oscura cabaña en el bosque donde se dedicaba a entrenar.

Aquella cabaña era dedicada en su mayoría para su practica, contaba con largas extensiones de tierra, lugares para lanzar, realizar practicas de tiro, nadar, saber escapar y su cuarto favorito, el cuarto de tortura.

Yoongi lo miró al ingresar a la gran casa que amenazaba tragarlos con su oscuridad—¿Seguro de ese niño?—soltó una risa ahogada viendo a su fiel compañero a los ojos.

—te dije que no le amaba y te lo digo, yo no le amo, pero él, es como una creación por así decirlo, es como mi proyecto personal—hizo una pausa en lo que se alejaba del menor—quiero quitarle la luz, quitarle la bondad, moldearlo a mi manera, hacerlo mi obra personal— susurró con un brillo en sus ojos.

—Y cuando lo logre, me lo llevaré muy lejos, lejos de cualquier persona que conozca, lo despojaré de cada rastro de cordura—sonrió antes de volver así mismo— y solo así puede que lo ame—se detuvo y miro a su amigo a los ojos—porque los monstruos no se diferencian de un artista, todos ellos viven para moldear su propia figura del arte, como ellos lo perciben, todos están dispuesto a obsesionarse hasta plasmar lo que sienten, desfigurándose, rompiendo su parte humana por algo inexistente y eso, es lo que ciertamente me enloquece, los monstruos son artistas, que se atraen por la belleza, y Jimin, es el lienzo que quiero pintar hasta observarlo romperse—dijo antes de arrastrar con el cuerpo al centro de la cocina.

 Cerró las ventanas y encendió la luz observando al cuerpo sin vida, empezó a cortar sus extremidades, cortes limpios, y fuertes en la zona de los huesos, y los pasó por aquella máquina que era capaz de producir carne molida, dentro de casi dos horas tuvo 2 fundas completas de carne, bajó lentamente hacia la salida, silbó y vio como del estanque dos ojos lo miraban con obediencia

—toma cariño— le dijo al mismo tiempo que comenzaba a lanzar la carne la cual caía en las fauces del cocodrilo, quien devoraba gustoso, el exquisito manjar. Una vez que la primera funda se acabó, decidió que era suficiente, regresó encontrándose con Hoseok limpiando un poco donde la sangre escurría, a su parecer él no era el único que había dañado a alguien esta noche, y se sorprendió al verlo cargar con un cuerpo, no hizo preguntas, y limpió su ropa saliendo a la fría noche, cargó con la funda de carne, dejando en aquel callejón lleno de pobres perros desnutridos, una funda completa de alimento, al girarse y sonreír por como aquellos perros devoraban el alimento, escuchó como sirenas se dirigían directo a su dirección, camino a paso lento sin querer levantar muchas sospechas, justo cuando el vehículo paró encarandolo directamente.

—¿Min Yoongi?— preguntó el hombre con uniforme de policía, apuntando con su linterna a los perros que parecían estar devorando algo como bestias.

—debes acompañarnos, haz sido llamado a la comisaría por posible sospechoso de la muerte de la Señora Kang, solo te haremos unas preguntas—musito, viendo a sus compañeros por el retrovisor.

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