Ocho

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Aproximadamente una semana después de la derrota, Jungkook se despertó cubierto por una capa de sudor. La fiebre no había remitido, pero al menos ahora estaba consciente. Su frente estaba cubierta con un paño húmedo y tenia un vendaje en el pecho, la herida de la flecha le dolía horrores, podía sentir su piel palpitando y el vendaje humedecido. Se enderezó con un poco de dificultad y trato de aclarar sus pensamientos. Lo último que recordaba era caer en medio del bosque luego de que derrotar a todos sus enemigos, aun con la flecha incrustada en su pecho. Su cuerpo no resistió y sucumbió sin fuerzas. Estaba seguro de que moriría.

Se rio sin humor, recordaba que justo cuando creía que seria el fin, las ultimas palabras que Jin le había dicho años atrás volvieron a su mente. Mientras sus ojos se cerraban y su rostro era golpeado por la lluvia lo supo. Iba a morir en medio del campo de batalla, en el frio suelo, mientras el amor de su vida estaba en algún otro lugar, muy lejos, y sin acordarse de él. Recordaba haber llamado a Jimin cuando creyó que exhalaba su último aliento. Pero aquí estaba. Había sobrevivido. Y no podía creer lo estúpido que seguía siendo. Anhelando a un omega que nunca lo quiso.

La entrada de la tienda se levanto y Hoseok, su mejor amigo, entró a verlo.

- ¿Te sientes mejor?-El alfa castaño llevaba puesta su túnica negra, la que usaban en el ejército. -Estaba preocupado por ti. Cuando Taehyung te trajo pensé que no ibas a sobrevivir.

-Aún tengo cosas pendientes, al parecer, para que el diablo me haya devuelto la vida.

-No fue el diablo. Fue Taehyung quien no permitió que te marcharas.

Jungkook sonrió levemente ante la mención del omega.

- ¿Ahora yo le debo la vida?

-Por desgracia, si.

-Va a restregármelo en la cara hasta que se canse. Es un alivio que nada le haya pasado.

-Es fuerte, es más valiente que todos nosotros juntos. Admirable para un simple omega. -Hoseok sacó una carta de las mangas de su túnica. -El Rey te ha mandado esto. Te quiere en el palacio de inmediato.

- ¿Mi padre...?

Hoseok le dio una mirada de pena.

-El General falleció con honor. Debes estar orgulloso de tu padre.

Jungkook no sentía ningún tipo de dolor ante la muerte del alfa. Crecer bajo su vigilancia fue la peor desgracia que el destino le había dado. Pero tenía una cosa que agradecer, al menos por su forma de educarlo, ahora era fuerte. Ya no quedaba rastros del cachorro ingenuo y asustadizo del pasado.

Hoseok hizo una leve inclinación.

-Felicidades por su promoción, General Jeon.

- ¿Acaso es algo para celebrar?-Jungkook se puso de pie sin aceptar la ayuda de su amigo. Se puso una túnica negra y su capa. -Tengo que ir al palacio. Quédate a cargo.

- ¿Piensas ir solo?

Jungkook frunció el ceño.

- ¿No estas de acuerdo con las ordenes de tu superior?

-Mi nuevo superior es algo idiota y arriesga su vida. Ahora piensa irse sólo cuando aún está débil. ¿Estaría siendo leal si no me preocupo por él?

-Estaré bien. Cuida el campamento. Es una orden.

Jungkook salió de la tienda para descubrir que era de madrugada. El sol empezaba a iluminar el cielo. Pero se veía que seria un día frio y nublado. Parecía el reflejo de como se sentía por dentro. Caminó hacia los caballos y sonrió ante su noble semental. Demonio relincho al verlo, como si lo estuviera regañando.

La Marca Del Alfa Jeon•|| Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora