Fuimos vida

I- Madrid

Amaneció Madrid ya con algo de fresco, al fin y al cabo Octubre estaba ya bien adentrado en el calendario.
Llevaba viviendo aquí desde apenas 20 días y poco a poco me estaba adaptando. Tenía nuevo grupo de amigos con los que salía y me lo pasaba medianamente bien. Al fin y al cabo Madrid me recordaba a una pernona y a mi pasado, si con Luís. Fueran muchas las noches en los 25m, noches de lo que realmente era amor.
En estos momentos estaba conociendo a Miguel, un actor de moda por una famosa serie que tuviera mucho éxito a nivel mundial.
Paula me lo había presentado ya que tenía un amigo músico que era muy amigo del. Ahora saliamos todas las noches de fin de semana con ellos, y dentro de lo malo, me ayudaban a evadirme e intentar superar mi pasado.

Luís no había querido volver conmigo cuando se lo propuse quince días más tarde de haber cortado. Dijo que creía que nos vendría muy bien separarnos y que corriera el aire. Lo que no sabiamos era que no nos dabamos superado ni lo ibamos a conseguir tan facilmente. No yo a él ni él a mí, aunque lo ibamos a intentar. Ana me chivó que Luís se había enrollado con muchas chicas en este último mes pero que no daba iniciado ninguna relación con ellas ya que no me había superado.
Yo en cambio estaba conociendo a este chico. Había tenido dos citas con él y nos habiamos liado alguna que otra noche de desenfreno por Madrid. No me gustaba nada pero debía admitir que me lo pasaba bien con él y las risas estaban aseguradas. Además cuando me liara con él íbamos los dos de alcohol hasta el culo.

Yo a él si que le gustaba. Paula me lo había dicho unas cuantas veces animándome a enrollarme con él y así conseguir superar mi pasado.
Ella pensaba que era tan fácil para mí, y en realidad no lo era. Yo no era capaz de estar con una persona que no me gustaba ni lo más mínimo sin haber superado mi relación anterior. Era un mero pasatiempo de las noches de fiesta. Cosa que Paula no entendía y quería que fueramos a más.
Yo lo intentaba pero por más que quería no podía hacerlo.

Por otro lado mi prima Olga y mi actual managger me animaba a salir con Miguel ya que esto beneficiaría mi imagen pública y conseguiría aumentar mis ventas y llegar a más partes del mundo donde a día de hoy en solitario era meramente imposible. Aquello no hacía más que machacarme mentalmente ya que tenía la sensación de estar cohartada de libertad y vendida a una empresa. En mi mente resonaban las palabras de Luís en una de las últimas discusiones antes de dejarlo.

Una noche de sábado Paula, Álex, Tomás, Esther, Miguel y compañía decidieron ir a tomar unas copas por Madrid e ir a alguna discoteca. Yo como estaba saturadísima de trabajo y sobre todo desbordada con la ansiedad que me creaba mi situación personal, acepté.
Fuimos a cenar a un buen restaurante y después nos tomamos las primeras en una terraza céntrica. A eso de las tres de la madrugada fuimos al Teatro Barceló, era el sitio que más les gustaba para salir ya que nos trataban muy bien y nos regalaban botellas de alchol. Estuvimos en la zona VIP todo el rato.

Yo bailé. Bailé mucho. Y bebí. Bebí demasiado. Me liara con Miguel unas ocho veces.
Sobre las cuatro estaba ya muy mal pero muy animada y nosé como fue que me di cuenta que allí mismo estaba Luís con su grupo de amigos de aquí, en la zona VIP también. Roi y su novia lo acompañaban.
Como estaba muy mal me acerqué a saludarles. En ese momento no sabía ni lo que era pasar vergüenza.
A Roi le chocó mucho verme así.
Luís estaba bailando muy concentrado con una chica nueva. Desconocida. Eso me había puesto muy pero que muy celosa. ¿Y si tenían algo? ¿Y si se estaban conociendo? ¿Y si iban a más? Una tormenta de preguntas me bombardeó la cabeza en aquel instante.
Quise ser atrevida y preguntarle a Roi pero no saba articulado palabra.
Luís ya me había visto de lejos.
Igual que yo a él.
En lugar de hacerle frente a la situación opté por refugiarme en mi grupo de amigos. Me líe más veces con Miguel buscando que Luís me viera y así poderle dar celos, si es que seguía sintiendo algo por mí como me comentara Ana.
Él bailaba con la chica.
Yo me liaba con Miguel.
Ninguno lo hacía con gusto. Ambos sabiamos que era un cúmulo de celos y queriamos ponernos a prueba.

Me empecé a encontrar algo mal. La bebida se me había subido muchísimo y tenía ganas de vomitar. Miguel estaba peor que yo y pasaba de mí. No me molaba nada esto y me enfadé mucho con él.
- Me ves mal y no eres ni capaz de llevarme a casa - le grité enfadada.
Miguel estaba como en una nube ya que iba super mal.
- Así no me vas a ganar- le grité todavía más enfadada.
Paula puso fin a la situación y me sacó de la discoteca para ir a coger un taxi. Sabía que no era yo y estaba bajo los efectos del alcohol.
Al salir allí estaba Luís de frente, fumando,  con la chica de antes muy encariñados.
Ahí se me bajó la tontería de golpe. Ver esa imagen me dejó loca. Fue como si me tiraran un jarro de agua fría encima.
No pude más y me eché a llorar abrazando a Paula.
- Los hombres son todos gilipollas... Miguel se emborracha y pasa de mí y lo primero que veo al salir es a mi ex liarse con otra... no puedo más...- insistía llorando.
- Shhhh, tranquila. Has bebido mucho Aitana, no estás bien. Necesitas irte a casa y descansar yo te acompaño si hace falta- me dijo Paula sin soltarme.
Luís estaba presenciando la escena y sé que se preocupó muchísimo al verme a mí así. Llorando, gritando y hasta arriba de alcohol.
En parte se sentía culpable y me seguía queriendo como a la que más.
Dejó a la chica plantada y llamó a un taxi para venirse conmigo a casa.
- Paula, déjame a mí que nos vamos a casa y la llevo yo. Quédate aquí de fiesta si quieres - le dijo Luís.
- No quiero irme contigo Luís. No quiero irme contigo... Vete con esa chica a follartela como hacías conmigo- gritaba yo llorando.
Él me agarró y me abrazó fuertemente.
En el fondo era el único que sabía tranquilizarme.

Aquí un capítulo nuevo. La cosa empieza a coger forma. Espero que os guste tanto como me está gustando a mí escribirla ✨