II- Casa

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Monté en el taxi con Luís. Él venía detrás conmigo ya que yo estaba bastante mal. No era consciente de casi nada ya que había bebido como nunca.
- Quiero vomitar- le dije casi sin poder hablar.
Hacía tiempo que no me encontraba tan mal.
Luís llevaba una bolsa de plástico con él por si vomitaba de golpe.
Él también había bebido y estaba algo desenfrenado pero mucho mejor que yo. Aún así sabía que Luís nunca me iba a dejar de lado, pasase lo que pasase y hoy había dejado todo por venirse conmigo.
En 20 minutos llegamos a mi portal. Me ayudó a bajar del taxi y llamó a Paula tal y como había quedado para dejarla tranquila.
Yo no me daba tenido en pie y probablemente en nada empezaría a soltar tonterías por mi boca.
- Déjame Luís. Déjame. No quiero que vengas a junto mía... vete con la chica que estabas que se te veía muy entretenido - le dije gritando mientras intentaba abrir la puerta del portal.
- Aitana, has bebido muchísimo. Estás muy mal, ¿como no iba a acompañarte a casa? - dijo intentando tranquilizarme.
- Que me dejes - le grité apartándole de mí.
- Aitana, aunque no estemos juntos no voy a dejar que te pase nada siempre que pueda hacer algo. Estando como estás no te voy a dejar sola- me dijo.
- Vete a tirarte a la chica con la que te restregabas en la discoteca - le grité más fuerte.
La situación se estaba yendo de las manos.
- No me voy a tirar a nadie eso son cosas que esta en tu cabeza - me respondió.
- Ah claro, porque estoy loca ¿no? - respondí.
- Déjame acompañarte a casa anda, estás muy borracha - me dijo.
- No quiero Luís. No quiero que vengas. No quiero verte más- le dije gritando.
- De verdad Aitana... - dijo suspirando llevándose las manos a la cabeza. ,- estabamos bien no lo estropeemos ahora por una tontería y una borrachera. Necesitas dormir y descansar. Mañana vas a tener una resaca... - continuó.

Yo me rendí. A pesar de la borrachera seguía estando enamorada de él hasta las trancas y tenerle tan cerca de mí otra vez, me derretía por dentro. Me dejé llevar.
- Ven anda - dijo agarrandome por el hombro y abriendo él la puerta del portal.
Pasamos adentro y nos quedamos dentro del portal. Luís me ayudara ya que yo apenas daba caminado.
- Luís yo no quiero a Miguel yo te quiero a ti - le dije echándome a llorar.

Él, como sabía lo que era estar así como yo, no entró en profundidades y trató de calmarme. Cualquier persona en su estado normal no habría dicho a su ex lo que yo le acababa de soltar a Luís. Y más sabiendo lo ocurrido hacía apenas un mes.
- Shhhh, venga ahora vas a dormir y acostarte que lo necesitas- dijo acariciandome.
- No Luís, yo te quiero - dije pegándome más a él.
- Aitana necesitas descansar anda, hazme caso - insistió.
Cuando me di cuenta estabamos pegados. Muy pegados. Frente a frente. Le faltaba un pelo para terminar liándonos.
Y así fue, en menos de nada me lancé. Y la verdad es que Luís no se apartó de mí.
En el fondo nos queríamos como nadie lo hiciera jamás.
La verdad es que poco duró ya que me aparté de él enseguida.
- Creo que no debimos haber hecho esto tal cuál están las cosas... - me lancé.
- Tampoco vamos a matarnos por esto - me dijo. ,- Creo que tenemos mucho que hablar despuésde esta noche- continuó.
- Pero aquí en mi portal, a las cinco de la mañana y borracha creo que no es la mejor situación- le dije.
- Ni pretendo. Avísame cuando tengas un hueco - me dijo.
- Está bien, tú ganas - le respondí
Me dió un beso en la mejilla y nos despedimos.

Subí a casa y nada más llegar tenía 37 mensajes de Miguel. Se notaba que acababa de llegar a casa y estaba muy borracho. Ponía lo mucho que me quería... No le contesté. No iba a perdonarle lo que había hecho esa noche. Pasara de mí como de la mierda y por culpa de eso terminé la noche con mi ex liándome en mi portal.
Me puse a llorar de la impotencia. Mucho. En el fondo seguía algo borracha y ver mi situación amorosa actual me agobiaba.
Por un lado me pasara la noche liándome con mi rollo/lío el cuál pasara de mí después y por otro terminarla liándome con mi ex. Surrealista, vamos.
Lo único bueno que podía sacar era que iba a quedar con Luís para intentar arreglar lo nuestro. O empeorarlo más. Quien sabe.
Me desvestí y me puse el pijama. Comí un trozo de pizza que me sobrara del día anterior y me acosté.
Me acosté para levantarme al día siguiente con una resaca del 15.

Me dolía todo el cuerpo y tenía muchísimas ojeras. Ojos hinchados de llorar y estaba muy pálida. La verdad es que metía miedo.
Miré mi móvil y tenía mensajes de Miguel y de Paula, querían saber como estaba. A Miguel ni le respondí. A Paula si.
Me preparé la comida y me llamó Ana para decirme si quería ir con ella y Miriam de compras. Yo creo que Luis había hablado con ella y quería saber de lo que había pasado.
Acepté.
- Vale Ana, nos vemos a la tarde - respondí.

Me duché y me arreglé porque la verdad es que no podía seguir con aquella cara. Era penosa.
Comí y llamé a un taxi para ir a casa de Ana.
Mientras Miguel seguía insistiendo en llamarme y finalmente terminé por cogerle:
- ¿Qué quieres? ¿Me puedes dejar un poquito en paz? - le pregunté.
- Aitana... tienes que perdonarme lo de ayer de verdad. Bebí muchísimo y no sabía ni quien era yo... - dijo Miguel.
- Me da igual que me pidas perdón Miguel, siempre haces lo mismo. Te pones hasta el culo de alcohol y luego pasas de mí. ¿Lo ves bien? ¿Ves bien que me tuviera que acompañar a mi casa mi ex? - le pregunté.
Ahí se hizo el silencio.

Por aquí un capítulo nuevo. Esto ya va cogiendo forma... ¿Qué creéis que pasará ahora entre Miguel y Aitana?

Fuimos vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora