La Nueva Suprema

El hospital.

Zoe avanzó por los pasillos, muerta de nervios y miedos, deseando que el sobreviviente fuese Kyle, pues él había intentado ayudarla cuando intentó detener a los chicos que violaban a Madison. Se detuvo frente a la puerta de la habitación,  inspiró profundamente y entró.

  Dentro, quedó paralizada, pues en efecto, era Kyle, pero allí también estaba su madre que lo besaba en los labios. Zoe se sintió enferma y no entendió la situación.  Pensó que quizás esa no era la madre del chico, pero Kyle se zafó de su madre y la vio, ahí,  parada, con la mano en el picaporte, dispuesta a irse de nuevo.

  -No -suplicó Kyle, mirándola.

  La madre del chico volteó hacia ella y la miró con desdén,  y luego volteó la mirada hacia su hijo.

  -No me dijiste que tenías una chica, mi niño -murmuró con tono meloso.

  Zoe se apresuró a intervenir.

  -No es una relación amorosa, señora.

  El rostro de la mujer cambió drásticamente, y una sonrisa suave surgió en ella.

  -Oh, no lo sabía -rio-. ¿Quieres hablar con Kyle,  supongo?

  -Déjanos -dijo él, antes de que la bruja respondiera, y su madre asintió,  besándole la frente y saliendo de la habitación.

  Los jóvenes siguieron los movimientos de la mujer, y cuando la puerta se cerró,  sus miradas se encontraron un momento.

  -Entonces... gracias por venir, no... no esperaba verte de nuevo -dijo él,  sonrojado.

  Ella esbozó una sonrisa insegura.

  -Quería asegurarme de que eras tú el que... había sobrevivido.

  Kyle cerró los ojos.

  -Entonces eso era lo que querían ocultarme.

  Zoe abrió mucho los ojos.

  -Dios mío. ¿No lo sabías?

  -Sabía que me estaban ocultando algo, sólo que no sabía el qué.

   La bruja se sintió terriblemente mal. Kyle no debía saber eso y ella lo había soltado asi como así.

  -Lo siento muchísimo.  No sabía que no sabías.  Lo lamento de veras. Quizás debería irme.

  -No, por favor -rogó Kyle -. Eres la única persona que ha venido ha verme, aparte de mi madre, y si estás aquí es por algo. Yo iba a enterarme tarde o temprano.

  -Es que me siento tan culpable por lo que pasó que...

  Zoe dejó de hablar pues el nudo en la garganta le impedía seguir y las lágrimas se asomaron a sus ojos. Cubrió su rostro, y de pronto sintió una mano acariciando su pelo.

  -Zoe... no fue tu culpa. Esto pasó porque el conductor estaba borracho.

  La bruja tuvo unas ganas terribles de contarle que había sido Madison, que era una venganza, que era su culpa... pero no podía.

  -Gracias por venir. Me ha encantado verte aunque pensé que no... te vería más -le sonrió él y ella se sintió aún peor.

  -No ha sido nada -murmuró Zoe, aún entre sollozos.

  Kyle le tendió los brazos, y ella, en un momento dedebilidad se refugió en ellos, para apartarse de prisa.

  -Debo irme... -dijo la joven.

  -¿Volverás mañana?

  Zoe asintió y él le dedicó una sonrisa deslumbrante.

  La bruja salió de la habitación con la culpa y las mentiras corroyendola por dentro.