Mientras Zoe llegaba al hospital al día siguiente, divisó a Kyle saliendo por la puerta y se quedó paralizada por un momento. ¿Acaso se estaba yendo? ¿No quería verla, por eso no la esperaba? Pero todo eso quedó atrás cuando él la vio y una deslumbrante sonrisa quebró ese aire algo macabro que tenía. Cuando él sonreía, algo en Zoe se movía, como un calor raro, que la hacía sentir bien. Y ahora, él le sonreía así a ella, y se acercaba a grandes zancadas, pues era alto, mucho más alto de lo que recordaba.
Y nada más al llegar, la envolvió en un abrazo imponente.
-Ya puedo ir a casa -dijo, y ella se apretó contra él.
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La casa de Kyle era pequeña, modesta, y parecía algo desordenada, cosa por la que él no dejaba de disculparse.
-Mi madre suele ser algo desordenada, es muy dependiente de mí, desde que papá se fue, lo siento -le decía, rojo de la verguenza, y Zoe sólo podía pensar en comerlo a besos, pues se veía tan adorable.
Ella le sonrió, y por un momento, Kyle se quedó mirándola, y ella temió haber hecho algo mal, hasta que él atravesó la habitación, agarró su rostro, y la besó. Ambos suspiraron, pues se sentía demasiado bien, encajaban bien, y aún no se acostumbraban a besarse.
El muchacho se apartó con torpeza, y sus ojos adquirieron un curioso brillo.
-Lo siento... N-no pude evitarlo -sonrió -. Cuando sonríes así... cuando ME sonríes así... todo... todo lo demás no tiene importancia.
A ella le pasaba lo mismo, y sonrió, sin poder evitarlo, escondiendo su rostro con el cabello, para que él no la viera así, pero cuando sus miradas se cruzaron, ambos lo supieron.
Él la invitó a su habitación, y ella, con algo de pudor, se sentó en la cama, viendo cómo el muchaho seguía recogiendo cosas tiradas, con mucha verguenza. Cuando terminó se sentó al lado de la bruja, con las manos inquietas, sin saber qué hacer, pues nunca había llevado a una chica a su habitación, y no sabía qué decir.
Zoe tomó una honda inspiración, y soltó:
-Kyle... ¿crees en las brujas?
Él la miró atónito, y luego comenzó a reír, pero al ver la expresión seria de ella, cayó en la cuenta de que era en serio.
-Por supuesto que no. Son sólo un cuento, ¿verdad?
Zoe no respondió y bajó la vista dolida.
-Cariño, ¿tú crees en eso?
-Si... no. Bueno, honestamente no creía en eso hasta hace un tiempo, cuando pensé que quizás... quizás podría ser real.
Kyle la miró extrañado.
-Quizás, quizás no. No lo sé, nunca he visto ninguna -trató de bromear él, pero Zoe recordó a su ex novio muerto, a los chicos de la fraternidad muertos, a Madison... y un sollozo se le escapó-. ¿Zoe?
Ella se levantó de la cama.
-Debo irme.
El muchacho se desesperó, no quería dejarla ir.
-No, por favor. ¿Dije algo malo? Lo siento, por favor, no te vayas. No me dejes -rogó él.
Zoe lo miró, vio su rostro lleno de angustia, como un niño pequeño temeroso, y decidió que no podía agarrarsela con él. Kyle no tenía la culpa, y lo que decía era totalmente racional, por lo que lo abrazó, y él devolvió el abrazo con desesperación.
-No me iré.
Kyle cerró los ojos, con alivio, y se dejó caer en la cama, sentado, arrastrándola a ella a su regazo, bsándola con pasión. Zoe trabó las manos detrás del cuello de Kyle, acariciando su pelo, sorprendiéndose del deseo que surgía en su interior. Las manos de él trataban de acercarla más, aunque eso no era posible, pero ella lo bsó con dulzura, y lo calmó. Hundió el rostro en la cuva del cuello femenino y deseó quedarse ahí, siempre.

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La Nueva Suprema
FanfictionEste es un fanfic de American Horror Story Coven. ¿Que hubiese pasado si Kyle hubiese sido uno de los dos sobrevivientes del accidente que Madison causó? ¿Hubiera caído enamorado de Zoe de todas formas? ¿O las dos brujas nunca hubiesen peleado?