La Nueva Suprema

El Encuentro No Deseado

  Zoe y Kyle pasaban los días juntos, disfrutando de esa extraña sensación de felicidad que los invadía. No se animaban a ponerle un nombre, pero ambos sabían que era amor.
  A veces paseaban, a veces iban a la casa de Kyle pero nunca, nunca iban a la mansión -el instituto-.
  Kyle moría de ganas de saber más sobre ella, sobre dónde vivía y preguntarle sobre ese extraño aura que ella desprendía. Aún no recordaba lo que había pasado con Madison, la fiesta y sus antiguos compañeros de fraternidad. Se sentía triste por ellos, pero los recuerdos de esa noche estaban envueltos en una bruma espesa que no permitía vislumbrar nada.
  Ese día, mientras paseaban por la ciudad de la mano, Zoe vio a Madison y se paralizó. No podía dejar que lo viera. Comenzó a arrastrar al joven a una tienda, pero en ese momento, la superestrella los vio.
  -¡Zoe, pequeña bruja! -la llamó, con sorna, y la joven se encogió, deseando desaparecer.
  Kyle miró a Madison con curiosidad mientras se acercaba a ellos y un flash volvió a su memoria. Madison siendo violada por sus compañeros, Madison en el suelo... su cabeza comenzó a doler y Zoe apretó su mano con miedo.
  -Asi que aquí pasas todos los días, huyendo de tu aquelarre, ¿verdad? ¿Es que es demasiado para ti?
  -Madison, cállate -respondió Zoe-. Kyle, nos vamos.
  -¿Kyle? -la diva entrecerró los ojos-. Yo te conozco. La fiesta... ¿cómo es que no estás muerto?
  Zoe se enfureció. ¿Cómo se atrevía?
  -Él te defendió, Madison. Él quiso evitar que ellos...
  -¿Que ellos qué, pequeña zorra? ¿Que me violaran? Seguro estaba esperando su turno. Debí haberte matado a ti también -escupió con odio.
  Kyle abrió los ojos como platos.
  -Tú... ¿tú los mataste?
  -Claro que sí, con un poco de magia -se burló Madison-. Si quieres saber más, preguntale a tu noviecita. Pregúntale de sus poderes y sobre su antiguo noviecito. O sobre su noviecito muerto, mejor dicho.
  Se acercó a Kyle, le acarició el rostro fugazmente y se fue.
  -Una lástima, podría haberme divertido mucho contigo, niño bonito.
  Y se alejó, moviendo las caderas exageradamente.
  Kyle se volvió hacia Zoe.
  -¿Magia? ¿Novio muerto? ¿Quién eres, Zoe?
  Ella respiró hondo.
  -Soy una bruja, Kyle.