La Nueva Suprema

Un "Algo"

Kyle no podía dormir pensando que había arruinado todo, por lo que el día siguiente estaba cansado y se quedó dormido esperando a Zoe, y cuando ella llegó lo encontró así, tiernamente enredado en las sábanas, y le pareció lo más dulce del mundo. decidió no despertarlo, pero se sentó a contemplarlo y pasó una mano por las suaves labios de él, rememorando ese roce que había producido cosquilleos en ella y una gran confusión. Sin duda, Kyle era atractivo con esos cabellos rubios y esos irresistibles ojos negros y esa palidez. Pero lo más lindo que él tenía era esa sonrisa tan pura, tan de niño. Acarició las lineas oscuras de las ojeras, que ya se estaban curando, y supuso que pronto lo darían de alta.

  Una rara tristeza la invadió, pues no quería dejar de verlo. Estar con él le gustaba, era divertido, era algo normal después de todo lo que había pasado, empezando con su novio y el destierro del cual había sido víctima. Con Kyle, pasar el tiempo era lindo, era algo que alegraba sus miserables días, y al mismo tiempo estudiaba algo de brujería.

  De pronto, la mano de Kye rodeó la suya y entrelazó sus dedos con los de ella.

  -Pensé que no volverías -murmuró, temeroso.

  Ella se acercó y apoyó su frente contra la de él.

  -Prometí que vendría cada día hizo una pausa-. Y tampoco quería dejar de verte.

  El chico se sonrojó, y ella sonrió.

  -Otra cosa -siguió Zoe-. También me gustas.

  Y se apartó, sacando los libros de la mochila.

  Kyle quedó callado, asombrado, y de pronto, una gran sonrisa iluminó su rostro, se inclinó y atrajo a Zoe hacia él. y apoyó su cabeza en el pecho de ella. La bruja, lentamente, comenzó a acariciar el sedoso cabello rubio y él se acurruco contra la joven, envolviéndola en sus brazos, haciéndola reír.

  -Tu risa es bonita -dijo Kyle, con la voz amortiguada por su posición, haciéndola reír aún más.

  -La tuya también -confesó ella, pero rápidamente dejó de hablar, pues no quería quedar mal.

  Después de un rato de silencio, Kyle habló.

  -Entonce Zoe... ¿que somos?

  Ella lo meditó bastante, pero luego, dándole un beso en la cabeza, rió y negó.

  -No lo sé, supongo que un algo.

  -Un algo me parece perfecto -susurró Kyle, separándose y dándole un beso.