Habitación 107

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29 de Octubre, hoy es el día. Me he despertado antes que de normal, son las 7, me levanto y voy a dar una vuelta por el hospital. No hay ni un alma. Solo dos enfermeras que se les dibuja una sonrisa al verme mejor.

Ayer pasé una noche muy mala, me compré unas pastillas para poder vomitar y conseguir que me quitaran las esposas para poder levantarme lo más rápido posible al baño. Así hoy todo sería más fácil.

Vuelvo a mi habitación al ver que no hay nadie. Me arranco la vía dejando que unas gotas de sangre impacten contra el suelo. Me pongo mi sudadera que me cubre todo el rostro y recuerdo todo el plan con pelos y señales. Esta todo perfecto.

Mi habitación es la 107, y tiene una ventana que da al patio interior. Toco la alarma de emergencia para que acudan todos los médicos y policías a mi habitación. Así consigo despistarlos. Nada mas tocarla salto por la ventana y me dirijo al pasillo que está justo al lado de la fuente, al lado de mi salida. Salgo del hospital y empiezo a correr hasta que mi respiración ya no puede más.
Me paro en un callejón a dos kilómetros del coche que tenía aparcado donde lo dejé.
Ya he recuperado la respiración y continuo hasta llegar allí.
El coche no está.
Estoy sola, sin nada, en medio de Helsinki con la policía buscandome.

En ese momento caí en que aún llevaba las llaves de la casa. Ahora podría vivir en ese cuarto oculto.

Todo tiene su finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora