Todo tiene su final

Toda la verdad

Me desperté a las 5 de la mañana, tanto por los nervios como por la incomodez de esa silla.
Salí de esa casa sigilosamente y me metí en el coche de ellas, se lo habían dejado abierto, y me escondí, concretamente en el asiento de atrás. Por miedo de lo que podía haber en el maletero, más que nada. Iba de negro y la verdad, creo q no se notaba mucho mi presencia.

Escuché la puerta del coche, eran ellas. Yo solo deseaba que no me vieran. Iban hablando las dos de donde quemar el cuerpo y la intriga y el miedo, cada vez estaban más presentes en mi. Quién sería la víctima?

Yo, iba casi todo el rato con los ojos cerrados, cuando los abrí, la vi, ahí estaba mi oportunidad. Había una bala que encajaba perfectamente con mi arma.

Condujeron durante más de una hora. Pararon en seco. Bajaron del coche. Sacaron al muerto del maletero y empezaron a caminar hasta llegar a un lugar perdido, en medio del bosque.
Me escondí detrás de un árbol.
Dejaron el cuerpo sin vida de un hombre encima de unas ramas, mi madre le dedicó unas palabras:
Fuiste el amor de mi vida y tuvimos dos preciosas hijas, una más que otra (miró a Alba), pero hace una semana, descubrí tu infidelidad, esto pudo conmigo y me tocó acabar contigo. Ahora estarás con tu hija Eva que también está en el más allá.

Cuando dijo mi nombre, no pude evitar salir. Mamá y Alba, estoy viva. Y voy a acabar con vosotras. Cogí una de las cerillas que tenían para quemar a mi padre. La encendí y prendí fuego al bosque.
Me dió tiempo a escapar del fuego, pero a ellas no. Cogí su coche y seguí la carretera sin saber dónde iba. Todo tiene su final.