¿Qué tiene de malo decir "no sé"? ¿Por qué está mal? ¿Por qué tenemos que tomar una de las dos veredas? Nos vemos obligados a decidir de forma radical en cada situación o discusión. Ese "no sé" tiene un trasfondo, algo que no está resuelto en nuestro interior, que no podemos descifrar y menos traducir en palabras.
Muchas veces necesitamos tiempo para entender lo que nos sucede y además lo que pasa alrededor. Su composición no es solo de nuestro ser, el ambiente también tiene una fuerza dentro del mismo. Si todo cambia bruscamente como pretenden que nos acomodemos de forma rápida, es sumamente complicado. Nadie dice que sea imposible, pero es difícil decidir cuando hay presiones y cosas en juego. Aunque la exigencia es más fuerte y respondemos de forma automática, sin pensar. Sentimos alivio al momento de largar nuestra posición, pero después de unos minutos nos encontramos con otro dilema. La duda.
¿Habremos dicho lo correcto? Esta sensación es producto de no estar seguros de lo que hicimos. Dentro nuestro sigue el "no sé", al cual originalmente nos habíamos aferrado. ¿Por qué todo tiene que ser blanco o negro? ¿No podemos ver el vaso a la mitad? Esto no significa que la inseguridad nos domine, sino que no es momento para decidir. Ni tampoco es una excusa que pretende que el trabajo se lo tome el tiempo, es solamente una advertencia de algo que no pudo ser concluido con determinación. Además, es un llamado de atención hacia el otro de que pare, debido a que la situación nos incomoda. Es mejor dejarlo para otro momento. Lo más probable es que nosotros mismos también lo hagamos. Me refiero a presionar, exigir y encerrar a los demás para poder conseguir una repuesta definitiva. Nunca sabemos lo que le sucede a la persona y no es lo más conveniente hacer esto. Priorizamos nuestra necesidad de saciar la duda antes de lo que le puede estar pasando al que está enfrente, siendo así los seres más egoístas.
Necesitamos tiempo para replantearnos las cosas, detenernos, pensar y entender qué es lo que queremos. Cada una de las decisiones que tomamos conllevan una gran responsabilidad, que debe ser ejercida con el conocimiento previo de las posibles consecuencias, ya sean buenas o malas. No nos quedemos simplemente con las palabras. Estas situaciones no son más que superficiales, ya que fueron obtenidas mediante el encasillamiento y en consecuencia decidimos nosotros sobre ellos. ¿Por qué no mejor decir "¿cómo estás"? ¿Necesitas algo? ¿Por qué no mejor lo hablamos? O simplemente te doy tiempo para que lo pienses tranquilo/a, y cuando estés listo/a para hablar, lo haremos.
¡Nati está que arrasa! ¿Qué les pareció este texto? ¿Coinciden con la visión de la autora?
¡Nos vemos el próximo domingo con más textos!
(Y no olviden enviar los suyos)
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El arte de cuestionar | VEN A FORMAR PARTE
Random¿Alguna vez te cuestionaste por qué las cosas son como son? ¿Pensaste qué sería de ti si tus bloqueos y tus miedos desaparecieran? Nosotros confrontamos. Preguntamos y cuestionamos. ¿Por qué aceptar la realidad tal cuál como es? Tú puedes ser parte...