¿Alguna vez te cuestionaste por qué las cosas son como son? ¿Pensaste qué sería de ti si tus bloqueos y tus miedos desaparecieran?
Nosotros confrontamos. Preguntamos y cuestionamos. ¿Por qué aceptar la realidad tal cuál como es?
Tú puedes ser parte...
Cada persona es normal a su modo, ya que bueno, la normalidad va cambiando según el pensamiento de la persona. Lo normal no es algo exacto. Es como un chocolate, a muchas personas les gusta pero a otras no. Y al final, todo lo normal es así: siempre habrán cosas que tendrán más aceptación que otras.
¿Por qué hay personas que simplemente se conforman con seguir las modas? Si esas modas quedarán en el pasado y serán olvidadas como otras que ya cumplieron su tarea. Cuando esas personas sean grandes, ¿se preguntarán "¿Por qué decidí seguir eso y no hacer otra cosa"? Si al final, lo que está de moda no es lo mejor, sino lo que más se vende.
Y allí es cuando entramos nosotros, los que pensamos distinto a la mayoría. Los que nos oponemos a que esas normalidades y modas se terminen convirtiendo en reglas. Los que podemos estar atrás de las modas y volar sobre ellas sin ningún problema, porque no nos importa que cuestionen nuestros gustos, ni intenten pisotearlos, queremos ser así y punto. Todos sabemos que el que piensa distinto piensa más que una masa que sigue lo primero que aparece a su vista. Nosotros, siendo minoría, somos más. Solo nosotros somos capaces de moldearnos, nadie más.
Felicitaciones a aquellos que pudieron sobreponerse ante los pensamientos de la mayoría y las leyes de las normalidades, aunque a veces no se vea, siempre estamos un paso adelante de las masas que van persiguiendo lo mismo. Y para los que todavía no lo lograron, no paren: porque los distintos siempre tenemos algo más que el resto.
PARTE 2 - SER DISTINTO EN LA SOCIEDAD
¿Ser distinto está relacionado con el rechazo social? Claro que sí. Las personas que somos distintas a esa gran mayoría siempre tenemos que lidiar con burlas y a veces hasta con humillaciones. Expresamos nuestros gustos, quieren apagarnos. Nos obligan a saber los suyos, debemos quedarnos callados. Todo eso suele llevarnos hacia la soledad, esa soledad que muchas veces nos impide mostrar lo que somos, porque le tenemos miedo a ese gran grupo que rechaza todo lo que sea diferente. Sin embargo, si somos fuertes y somos capaces de soportar ese rechazo, podemos ser mucho más de lo que nos quieren hacer creer. Buscamos ser felices mediante otros métodos, necesitamos hacer distintas actividades para comenzar a volar, expresar y soltar todas nuestras angustias y relajarnos. Y siempre, sean actividades grupales o individuales, vamos a encontrar gente como nosotros, que tienen un refugio que los alivia. Y ya sí, una vez que hallamos algo que realmente nos gusta y un grupo de personas que quiera hacer lo mismo que nosotros, las diferencias duelen menos a nivel social: porque hay personas que nos aceptan por lo que hacemos y cómo somos, y ahora, nos convertimos en normales a nuestra forma. Ya ni siquiera sabemos qué es lo normal, no nos importa qué piensa y hace la mayoría, porque nosotros disfrutamos lo que hacemos y tenemos gente con quien compartirlo.
Ser distinto a veces puede parecer un castigo, tal vez lo es de a ratos, pero si luchamos contra el juego que quieren imponernos las masas, esas diferencias son nuestras armas para salir adelante y buscar cosas nuevas, grandes tesoros que nos hacen inmunes frente a la crítica de la sociedad. Ahora somos felices porque nadie puede apagarnos y ya podemos decir: "las normalidades no existen".
PARTE 3 - ¿LAS NORMALIDADES EXISTEN?
No hay normalidades absolutas, estas van cambiando con el tiempo o por ubicación geográfica, vienen y se van. Y al final, si bien las personas realizan muchas actividades en común, cada una tiene sus propias creencias, ideas y rutinas. Las normalidades van cambiando según nuestro estado de ánimo, si estamos felices, simplemente pensamos en lo que nosotros hacemos, no importa lo del otro. Pero si nos sentimos tristes, las diferencias se notan más y se vuelven algo pesado que a veces nos tira todavía más abajo, ya es imposible no mirar a los demás.
Las modas llegan para quedarse un tiempo y después son reemplazadas, lo que en un momento parece ser genial, en pocos meses o años se convierte en algo olvidado que ya no tiene gracia. Estas hacen que muchas personas tengan que actualizarse permanentemente, lo cual se relaciona bastante con la cultura del consumismo. La gran mayoría se deja usar por el mercado para buscar aprobación y caer bien, e ignoran el hecho de que son las herramientas de las grandes empresas. ¿Por qué quiero seguir las tendencias? ¿Deseo ser una copia del otro? Yo no, prefiero ahorrar en lo que realmente quiero, sea lo que sea.
Listo, ya todo está dicho. Las normalidades ni las modas se quedan para siempre, y al final, todos somos normales y originales a nuestro modo: acá, todo depende del rol que queramos tomar, podemos sufrir por esos cambios constantes o simplemente mirarlos desde afuera.
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¡Este es el primer texto de uno de nuestros potenciales filósofos! Tanto Nat como yo pensamos que fue un texto muy concreto, sabio y preciso, que ahora con la suma de los otros dos textos, se ha profundizado y se le logra dar un gran cierre.
Es muy interesante el estilo que tiene para incluirse a sí mismo en lo que está hablando. Sabe perfectamente que es parte de ese "grupo no tan normal" y no da ni vuelcos ni giros para mencionarlos. Amamos la simpleza con la que se mencionaron las cosas.
