¿Alguna vez te cuestionaste por qué las cosas son como son? ¿Pensaste qué sería de ti si tus bloqueos y tus miedos desaparecieran?
Nosotros confrontamos. Preguntamos y cuestionamos. ¿Por qué aceptar la realidad tal cuál como es?
Tú puedes ser parte...
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PARTE 1 - SOS MI SECRETO MAS EVIDENTE
Es demasiado complicado describir lo que se siente. El miedo al rechazo es fuerte. Sobretodo cuando es un sentimiento tan profundo y la experiencia transitada es escasa. El deseo de que las cosas pasen es continuo, pero la actuación no lo es. La espera es insoportable, la imaginación es inmensa, y el divagar es un círculo vicioso interminable.
Duele ver que no me veas, y que tu atención esté en otra persona. La frustración de fingir, desgasta más la paciencia que la espera. Mirarte es un viaje de bellos paisajes, donde se pueden apreciar detalles hermosos, que solamente alguien que te mira con ojos especiales se puede dar cuenta.
Cada vez las excusas para acercarse son menos, y ponen a prueba la creatividad. Si las mismas salen bien, el objetivo se cumple. El plan pasará a ser una casualidad y su estrategia desapercibida. Apresurarse no es recomendable, pero no hacer nada tampoco. Arriesgarse es peligroso, ni tampoco tiene sentido hacerlo. Entonces ¿qué hacer? No se sabe, pero mi mente sigue buscando soluciones a este problema.
Produce angustia tu desinterés, pero es de mi conocimiento que lo tengas, ya que mis acciones son nulas. Se siente horrible estar en el encierro de la duda del qué pasará, pero la misma no es posible de contestar. A todo esto, los recuerdos de los momentos compartidos, tienen la valentía de formar pensamientos fáciles de contradecir. Tu presencia es abrumante, todo el tiempo estás ahí, aunque no sé si es por mi búsqueda, o porque sos vos, quien se hace fácil de encontrar.
Entonces mi confusión aumenta más y más. Las ganas de que te acuerdes de mí son gigantes, que pienses y quieras lo mismo, que tus desvelos no sean por culpa de alguien más, que tus dudas y frustraciones sean el producto de una sola causa. Me gustaría que esto fuera más que un deseo propio, y que no llegue al punto de convertirse en un sueño frustrado.
Ojalá poder romper con esa barrera y que la incertidumbre no tome el poder de las decisiones. Que mi discreción no tape lo que se siente por dentro. Aunque, por ahora, optaré por seguir guardando este secreto.
PARTE 2 - FINGIR QUE NO DUELE, DUELE EL DOBLE
Duele escuchar que hablas de alguien más. Todavía es peor cuando me lo cuentas, te ríes y te produce felicidad decírmelo. Yo prefiero guardar mis intenciones y encerrarlas en una caja fuerte, con tal de no arruinar lo que ya tenemos. No es mucho pero es algo, y es mejor que nada. Es preferible quedarse con lo conocido, antes que afrontar los miedos. Vos seguís contando lo que te sucede, y yo no hago mas que fingir mi interés, haciendo preguntas las cuales sus respuestas no hacen bien. Termino actuando mi felicidad, mintiéndote de mi situación. Pero no es posible saber si la conoces, capaz que si, capaz que no.
No mostras una señal que me de pie a avanzar o simplemente yo no me doy cuenta. Y si lo hiciera, es probable que retrocediera, esquivando nuevos caminos que hasta el momento no fueron descubiertos. Me encantaría poder leerte esto, pero seguro caeré al momento de hacerlo.
No sé si me escuchas, pero me gustaría que lo hicieras. Si solamente supieras lo que hay del otro lado de la moneda... Son muchas las cosas incoherentes que se hacen con tal de captar tu atención. Cosas que no se harían por nadie más, pero me doy cuenta que esto no es recíproco, y ojalá lo fuera.
Seguís hablando sobre esa persona y hace mal. No te culpo de que lo hagas, porque nunca hice nada para que te detuvieras, y dolerá aún más si no paras. Yo prefiero seguir escuchando antes que no hacerlo, por el simple hecho de compartir un recuerdo. Por eso no hago más que ser todo oídos y entenderte. Intento callar mis sentimientos y lo hago de forma eficaz en cada momento. Espero algún día decir lo que siento y que no sea tarde para hacerlo.
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¿Qué sería de este proyecto si no incluyéramos una pizca de amor? Es que este texto es tan necesario que no podemos obviarlo.
Me encanta como lo formuló Nati. El dividirlo en dos generí un corte perfecto para insertarse en el segundo subtema, y la experiencia con la que describe cada una de las palabras es fantástica. Lo sentí cercano, me tocó una fibra sensible porque está contado de forma de que todos nos sintamos representados. A fin de cuentas, ¿quién no tuvo miedo a ser rechazado? ¿A que fuera un amor no correspondido?
